Año: 2007

Tengo ahora la impresión de que siempre estábamos jugando al futbol.

Todos parecen ponerse de acuerdo, menos los gobiernos y sus representantes: las cosas empiezan a estar mal.

Me he quedado atónito con la noticia comentada que ni los filólogos entienden.

Mal que nos pese, se avecina. No es una paranoia de economista, tan propia de nuestra profesión. Son los datos que poco a poco invaden nuestra cotidianiedad.

Dos estadísticas para la reflexión

¿Por qué un proyecto educativo así?

Siempre he pensado que era un error convertir al estudiante un «dis-cente» (sin ciencia). Todos los días lo confirmo, y disfruto acertando.

Paula escribe sobre la confianza. Paula es una de mis alumnas. Me gusta lo que dice y como lo dice.

Recibo esta invitación de Tania Zapata. Lidera el IADH, Instituto Assesoría de Desarrollo Humano, un grupo de profesionales apasionados, que han contribuido al desarrollo territorial y la gobernanza local en Brasil.

Es el tercero, pero es como si fuera el primero; en realidad, siempre es el primero. Hay 80 profesores inscritos, muchos de ellos ya amigos, pero siempre hay incertidumbres.