Siempre he pensado que era un error convertir al estudiante un «dis-cente» (sin ciencia). Todos los días lo confirmo, y disfruto acertando. Hoy en el seno del III Encuentro de Profesores para intercambio de experiencias innovadoras educativas.
Habíamos diseñado un espacio para que estudiantes analizaran su experiencia en la universidad; aquello que les había motivado y lo que creían que era preciso renovar. Asistieron treinta y tantos estudiantes de ocho facultades distintas. Participamos con ellos en la experiencia de trabajo, sin que nuestra presencia se notase mucho, con mucha autonomía y libertad. Derivaron de su trabajo un diagnóstico de un gran interés para ellos mismos y para los profesores. Luego, los dos grupos confluimos con los profesores y compartimos los resultados y síntesis de esas experiencias. Todos los profesores presenten coincidieron en que había sido magnífico, que habíamos aprendido mucho de lo que nos dijeron los estudiantes.
Una confirmación más de la importancia de poner al alumno como protagonista de su propia experiencia de aprendizaje. Aprender a aprender, aprender haciendo, aprender colaborando, aprender participando, aprender comunicando y cooperando, fueron algunas de las «fórmulas» que se fueron desgranando, con muchos más utillajes y herramientas. Muy interesante, tremendamente maduro y extraordinariamente responsable. Un ejemplo. Gracias, gracias por vuestra participación.
Me parece que en esta vida estamos destinados a aprender…
En mi caso si me centrase más en los estudios, en el palcer de conocer, y en el conocimiento en general, no tendría tanto tiempo para comerme la cabeza por cosas que doy mucha importancia en mi vida, cuando pensandolas friamente, no tienen ni la mitad de importancia de la que yo le daba. Por eso m¡pienso que mi experiencia, se podría extrapolar a mucha gente, que se «come la cabeza» por tonterias, pienso que sí le dedicasen más tiempo al placer del saber sus problemas, los podrían sobre llevar de otra manera y verían como no eran tan graves como pensaban….
Me alegro de que haya salido todo tan bien, me alegro de que al final lo que quede es el aprendizaje. Como dice la compañera aprender a no comerse la cabeza también es aprender a vivir, el ars vivendi, que tanto lo hemos olvidado en occidente, enhorabuena y a seguir trabajando, ánimo.