Como empieza la Liga -miren por donde me gusta la expresión Liga …. confiere un sentido medio sensual, medio antiguo, que sueña raro, pero bien-, hablaremos de futbol e innovación.
Categoría: Futbol
Recuerdo un curso en Barcelona, era la época del «dream team» de Cruyff, donde lo puse como ejemplo de equipo, con gran anuencia y aplauso de la audiencia.
Es fácil perder el sentido del esfuerzo y de la humildad cuando se gana, cuando se llega, cuando se es reconocido, cuando somos. Hay como un tupido velo que tapa nuestras miradas y las vuelve opacas a la realidad misma, e impide que podamos ver lo que está ocurriendo. Sobre todo, si nadie duda de que somos, y todos nos admiran. Es algo muy común en las organizaciones.
Me voy a permitir comentar el Mundial de Futbol de Alemania 2006. Organizativamente, un gran mundial, infraestructuras extraordinarias, estadios llenos, parafernalia y propaganda a tope, seguridad también …. todo en su sitio, pero …. ¿no les pareció demasiado frío?. En mi humilde opinión de aficionado, no se ha visto realmente futbol. Se han visto automatismos, se han visto especialistas, se ha visto mucha agresividad y dureza, se han repetido los goles a balón parado, ha habido muchos sistemas y pocas individualidades, demasiados empates y a cero o a uno, pocos goles, demasiados partidos resueltos por esa lotería de los penalties. Para los tácticos habrá sido delicioso, para los que nos gusta el futbol ha sido un mal rollo. Una luna completa de mal rollo. Sólo los vendedores de «paja», aquellos que viven de eso, de vender lo que no existe, nos han dicho que el Mundial no estuvo mal. Sin duda, puede ser peor, y lo será, casi seguro, el próximo.
Ya sé que mis amigos brasileños estarán tristes con la eliminación de la Copa del Mundo, pero yo creo que les servirá para aprender, sobre todo, que un grupo no se hace de la suma de «einsteins», sino de la mezcla de heterogeneidades y diferencias.
Brasil siempre ha sido la mezcla. Ahora el cocktail no salió bien, porque no se puede hacer una caipirinha mezclada con un mojito y con un «cuba libre», sencillamente no funciona.