Un modelo en cuatro fases

Durante estos años hemos aprendido mucho con experiencias propias y sobre todo, de otros miembros del grupo o de fuera de él. Tanto los ciclos para profesores y para estudiantes, como los Encuentros, nos han facilitado una gran documentación, que cada vez se extiende más y que es más difícil de sintetizar y sobre todo, de disponer al servicio de profesores y estudiantes, estrechando los vínculos y las redes entre ellos y especialmente, los aprendizajes de cada uno para ser utilizados por cualquier otro. Esto que tiene un principio: “devolver mejorado lo que hemos recibido” es uno de los fundamentos éticos de nuestro modelo y de nuestro comportamiento social y educativo.

Una síntesis de nuestro modelo (Aprender haciendo en grupo = AHG) se podría formular en cuatro fases, pasos o módulos:

1. En primer término, generar intercomunicación, entre profesores y estudiantes y entre los estudiantes mismos, y por supuesto, entre profesores. Eso significa participación. Normalmente se habla de aprendizaje comunicativo, pero preferimos ser más humildes y llamarle sencillamente participación que nos permita:
a) conocer al otro y a muchos otros, conocer por lo que se hace y no por lo que se dice;
b) b) aprender a trabajar con otros y en definitiva, ser ciudadano en un espacio democrático (respeto, positividad, conciencia de límites, mejora continua);
c) c) al tiempo que aprendemos y precisamente porque aprendemos, individual o grupalmente.
Eso significa en el plano del aula, generar espacios de intercomunicación potentes y ramificados, dónde todos se respeten, aprendan y refuercen lo que coincidimos y critiquen lo que pueden aportar como diferente, se generen límites, prácticamente auto-limitaciones, que permitan deconstruir lo social a partir de lo social. Mucha participación, mucha libertad de participación y redes reforzadas de comunicación o intercomunicación, entre alumnos y entre estos y profesores.
La generación de espacios más intercomunicados tiene que ver básicamente con el conocimiento y práctica de una metodología grupal. Todos los valores antedichos están en la práctica en grupo, y se aprenden, con una buena orientación, pero sobre todo, facilitando espacios de libertad que tiendan a forjar un mayor interés por aprender y por seguir buscando y aprendiendo. El grupo de trabajo, por tanto, y sus experiencias en el aula, son el primer paso en este trabajo. Y ha de conducirnos a un módulo de consejos y tips para que los profesores puedan practicarlo en sus aulas, a su modo y sobre la base de las experiencias reales que amparan este trabajo.

2. El segundo módulo de aprendizaje sería la acción, la practicidad, la puesta en práctica de lo aprendido, o que la práctica-acción se convierta en un medio de aprendizaje. Para ello, vinculamos acción con investigación y con proyectos. Se aprende, investigando, buscando, documentándose, trabajando la documentación disponible, y forjando síntesis y modelos explicativos y luego desarrollando las consecuencias más patentes de esa investigación. Si un alumno aprende a investigar e investiga, pero lo hace investigando o desde la práctica de la investigación, se motivará, se ilusionará con lo que va encontrando y con lo que puede aportar y eso facilita los procesos de motivación. Así, al primer módulo de la participación que indudablemente la facilita, unimos ahora la acción-investigación que la refuerza.

3. El tercer módulo enfocado hacia los profesores buscaría que todo el proceso de aprendizaje sea algo continuo, continuado, y no puntual. Y no hablamos de evaluación continua, sino de aprendizaje continuo. Existen muchas formas de reforzar el aprendizaje continuo, pero casi nunca tienen que ver con la evaluación, sino con la motivación. Y a eso nos ayudan, de forma complementaria, los blogs, sobre todo los blogs. Y explicaré por qué.

El blog es un diario, una bitácora, allí donde se refleja lo que pasa y lo que ha pasado. Siempre se puede repasar para saber lo que pasó, o para verlo desde otra perspectiva.

– El blog obliga a aportaciones de los que participan, y les enrolla, les motiva por muchas razones más que comprensibles –“salimos en la foto”, aportamos, nos conocen ….-.
– El blog permite poner en comunicación o intercomunicación a muchos que a su vez tienen “su propio blog”, y los temas se van sucediendo, y todos vamos aportando, incluyendo el profesor o profesores, el resultado es una gran explosión de aportaciones.
– El blog da continuidad a lo que trabajamos en el aula, y deja constancia de lo que aprendemos o lo que nos interesa y es probable que busquemos más intensamente sobre eso que nos ha interesado.
– El blog es información sobre el aquí y ahora, sobre el hoy –también sobre el ayer, pero menos importante-, es un lugar vivo, donde es fácil encantarse con lo que va ocurriendo.

El aprendizaje continuado, continuo, no es algo que hacemos y dejamos de hacer, sino que está en nosotros, está con nosotros, está en cada momento. Vuelves en autobús a casa y se te ocurre algo, lo escribes en tu móvil y lo envías a tu blog. Luego, si quieres, lo amplías o modificas.

4. A la mayoría de nosotros nos enamora lo que no hemos conocido, nos engancha. Por eso, la innovación o la novedad son temas que nos enganchan. La educación también ha de formularse en términos de innovación y de novedad. Un profesor que se repite, aun cuando sus alumnos sean otros, se aburre de sí mismo. Necesita seguir sembrando, si puede ser opciones novedosas, que le motiven y que motiven. No se entiende un espacio de aprendizaje sin novedades, sin variaciones, sin reestructuraciones, sin ritmos que confluyen o que se dispersan. La variedad es importante para evitar somnolencia. Un curso muy especializado, como son la mayoría de los impartidos en la universidad, acaban siendo en buena medida aburridos, por su uni-dimensionalidad. Hay que saber cambiar de chip y descansar del monotema. No sólo la practicidad de lo explicado añade motivación, sino la diversidad.

Y de la diversidad y variedad de temas –aunque hay uno que es el que organiza, el de cada profesor- favorece altamente el pensamiento y la creatividad. La interrelación entre temas diferentes, la confluencia entre los mismos, las diferencias y comparaciones, enriquecen el aprendizaje y “le dan alas”, sobre todo, a los participantes, porque muchas cosas que tienen casi escondidas o que sólo tratan con algunos amigos o amigas, o lo dicen en voz baja, van a aflorar y pueden contribuir a una mayor libertad social.

Mis experiencias me llevan a pensar que la diversidad y la innovación educativa conllevan generar algunas posibilidades de desarrollar procesos de autoaprendizaje, bien individuales o grupales, que difícilmente lo harían sin esa visión interrelacionada. Decía Jacotot, que había que saber algo y relacionarlo con todo lo demás. De eso hablamos.

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