“El desarrollo de las capacidades para trabajar en común -en grupo- es el motivo de la calidad del resultado. Experimentar nuevas formas de trabajo, asignar distintas funciones rotativas a los integrantes del grupo, desterrar roles que desembocan en confrontaciones, aceptar las ideas de los demás como pensadas por nosotros mismos, una actitud distinta y unas competencias más desarrolladas, es el resultado no explícito de haber desarrollado este trabajo en grupo”.

Esto lo afirma un grupo que ha empezado a desarrollar sus habilidades y capacidades de trabajo en equipo.

Trabajar en equipo no es sólo tener voluntad para hacerlo, sino saber hacerlo, y para saber es necesario tomar impulso y carrera desde la voluntad y desde el conocimiento.

Dice Covey que las cosas y las personas pasan por un proceso dinámico desde la “dependencia”, a la “independencia”, y de ahí a la “interdependencia”, como máxima aspiración de interrelación, de intercambio, de colaboración, de apoyo mutuo, de intercomunicación, de comprensión de que apoyarse en otros, sabiendo trabajar con ellos.

El grupo es una dimensión cualitativamente distinta y, en último extremo, base de la ventaja comparativa empresarial en el presente y en el futuro.

Y trabajar en grupo -en equipo- se requieren cuatro ingredientes: un método de trabajo grupal avanzado, operativo y flexible; un objeto o tarea -cuestión fundamental: aprendemos haciendo- y unos valores de respeto, responsabilidad y libertad. También se necesita un horizonte estratégico que facilite el holding, el sentido de pertenencia.

El grupo facilita la COMUNICACIÓN, y ésta es la antesala de la CALIDAD, y sin ésta y sin su continua mejora es difícil que orientados estratégicamente al CLIENTE.

Aprender a trabajar en grupo, en equipo, es como empezar a hacer una dirección de calidad para una empresa excelente que aprende constantemente del cliente y del mercado y de su dinámica interna.

En definitiva, es lo que viene a decir la frase entrecomillada: sin el grupo no alcanzaremos los resultados que queremos conseguir.

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8 comentarios en «TRABAJO EN GRUPO»

  1. Lo peor de los grupos es que estamos tan acostumbrados a no trabajar ni hacer las cosas en grupo -entre otras cosas porque nadie nos las ha enseñado y no sabemos, por desconfianza a lo desconocido-, que sólo viviéndolo en directo, después de una buena experiencia, se empieza a pensar que trabajar con otros es fenómeno. Y claro, muchas veces ni siquiera nos dan la oportunidad de hacerlo, porque hay una gran desconfianza para los grupos. Una vez vividos, uno se acomoda y se siente encantado de seguir en casi el 100% de los casos, pero si no nos lo proponen, nos encerramos en lo de siempre: individualismo a ultranza.

  2. El grupo es un paradigma alternativo, alternativo al viejo paradigma en que seguimos moviéndonos. Y como alternativo «puede ser peligroso» -eso es lo que se piensa por aquellos que tienen que decidir para desarrollar espacios grupales-, hasta subversivo, y «no sabemos lo que se puede hacer ahí». De esa forma, el grupo -aunque externamente todos nos mostramos favorables- es difícil de digerir por los que tienen que decir para llevar a cabo un desarrollo y particularmente poner en marcha un proceso innovador. Con grupo las cosas se disparan, se dinamizan y -piensan los que deciden- «se pueden desmadrar» -¿adónde nos va a llevar el grupo?-. Les gustaría tener más elementos de control, y no saben que los grupos son una estructura casi perfecta que hace casi siempre lo que es necesario hacer, y su ruta está plagada de aciertos, de coherencia y de buenas prácticas. Pero claro, no lo han vivido, y como no lo han vivido en directo, no pueden saber si eso es bueno o puede ser nocivo para la organización y para la salud. Lo cierto es que sentirse a gusto en un grupo o con el grupo, solo ocurre cuando con una buena metodología se ha vivido una experiencia inigualable, comparada con otras muchas que hemos tenido anteriormente.

    Mis alumnos, cuando les pregunto cómo les ha ido, siempre dicen que es «la primera vez que …..», «que se han sentido de cine …..», que «nunca habían vivido algo parecido ….» y eso que es sólo un cuatrimestre y ya saben lo que es un cuatrimestre en la universidad española, doce semanas y media, es decir, tres meses.

    Para degustar los grupos hay que vivirlos, y vivirlos sobre bases metodológicas adecuadas y coherentes.

  3. Pero el grupo -y este es uno de los miedos que desatan los grupos- no excluye al individuo, al revés, lo desarrolla, lo hace más competente, fomenta su capacidad para cooperar y colaborar con otros, le permite aprender la importancia del otro, favorece la positividad del discurso y de las aportaciones, produce un espacio de mejora continua, siempre renovada, en definitiva, el grupo porque sea alternativo a lo vigente, sabe tratar el individualismo, sabe fomentarlo, pero las personas aprenden que el otro también existe, y que juega un papel decisivo en que las cosas sean mejores y más satisfactorias, y por supuesto, más productivas.

  4. Habría que ponerlo bien en grande: EL GRUPO NO EXCLUYE AL INDIVIDUO, SINO QUE LO ENRIQUECE. ¿Con qué? Con nuevas competencias, desarrollando competencias cooperativas y de colaboración, y también de interrelación entre personas y entre personas y cosas, también competencias de iniciativa y emprendimiento, tambien de responsabilidad y de reparto de tareas, ….. y muchas más. El individuo que aprende a trabajar en grupo, podríamos decir que se multiplica por dos o por tres, cuando trabaja individualmente.

  5. Además, el grupo es una de las materializaciones de la democracia real. El grupo se apoya en la educación en el respeto, en el respeto al otro, en el respeto a todos, y eso es precisamente el fundamento de la democracia. Me refiero, claro, a la democracia real, no a la democracia formal, que muchas veces es un sinsentido en lo que atañe al respeto.

  6. Y cuando hablo de grupos no me refiero a los grupos espontáneos, ni a las bandas, ni a las tribus urbanas, ni …… sino a aprender a trabajar con otros, a lo que llamamos método del grupo de trabajo operativo. Nadie me va a demostrar que hay muchos grupos, llamados así, que son tremendamente perjudiciales, pero hacen referencia´más al grupo que llamamos natural, es decir, aquél que surge espontáneamente, y én función de lo que siempre ha sido. Ese tipo de grupos hacen mucho daño a la imagen y a la realidad de los grupos de trabajo operativos, que empiezan así su andadura con ciertas reticencias producidas por la confusión de nombres, ya que no toda agrupación de personas es un grupo de trabajo. Cuando hablo de grupos me refiero a grupos de trabajo operativo.

  7. El grupo transforma los espacios de aprendizaje, y los llena de vida, de ilusiónes y de futuro. Hoy no se debería concebir el aprendizaje sin el grupo de trabajo. Si no fuera porque no me gustan las cosas obligadas, diría que ha de ser obligado en cada aula y fuera de ella.

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