«Estar en capilla», una expresión que cada vez oigo menos.
Es curioso, pero el día antes, las horas antes, es importante «sentirse en capilla», sentir la tensión de empezar, de estrenar, de estrenarse, de hacer tu representación. ¿Cómo saldrá? ¿irá tan bien como el año pasado? ….
Eso es lo peor …. cuando el año pasado, o la vez anterior, tienes la certeza de que fue muy bien ….. insuperable …. ese mismo término dificulta volver a llegar …. fue insuperable …. No hay nada insuperable, pero si es cierto que cuando una cosa ha ido muy bien …. es difícil tener que repetirla, pues a) uno se confia; y b) no todos los días es fiesta. Yo hace mucho tiempo que no me confio, porque sé que las cosas que se hacen bien, no tienen porque repetirse, sino que aún preparándolas suficientemente, es difícil que sean iguales a la «idealización» que uno ha acabado haciendo de ellas. En todo caso, como buen gallego, prefiero pensar que las cosas pueden salir mal o regular ….. hace que me prepare mejor. Además, si luego de penarlas salen bien, te llevas una gran alegría; y si salen mal o regular, ya estabas preparado para lo peor. Las ilusiones son para los ingenuos o los tontos.
Por otro lado, es cierto, no todos los días es fiesta. Sólo algunos. Y para más inri, la «lua da colleita» ya ha pasado a su fase menguante. Hay algo bueno en el ambiente: llueve, da sensación de concentración, de recogimiento, de curso, de que hay que trabajar, y eso siempre ayuda. Claro que si llueve mucho, igual las sábanas «se quedan» con buena parte del alumnado. En fin, capilla, nervios, pero ilusión, motivación, ganas de empezar, de experimentar nuevas emociones …. porque tengo una profesión que tiene mucho de aventura, la aventura de aprender …. la aventura de aprender haciendo …. la aventura de aprender haciendo en grupo. Estoy seguro de que lo vamos a pasar bien, y sobre todo, vamos a aprender todos mucho. Good luck for all !!!!!
«Estar en capilla» es importante cuando hablamos de innovación, porque siempre, y digo bien, siempre se «está en capilla». Cuando te atreves con un diseño innovador hay mucha incertidumbre, hay mucha aventura, hay algun miedo, hay muchas ganas, estas embebido por lo que haces y cómo lo haces, …… y después «estan los demás», aquellos con o sobre los que trabajas, aquellos que pueden facilitar o dificultar las cosas y los diseños iniciales. Diseñar innovación, hacer innovación, …. es «vivir continuamente en capilla». Se lo digo yo. Pero vale la pena.
Ya sé que tengo mucho de infiel, mira que colocar esos maravillosos arcos de la mezquita cordobesa hablando de capillas …..