¿Cómo se enseña el método grupal?
Desde el primer momento se trabaja en grupo, en grupos pequeños y en grupos completos, y desde el primer momento se provoca “tirarse a la piscina”. Los pasos para introducir los roles grupales son:
• Primero, se incorpora la observación, el observador, y se explica su técnica, de forma simple y clara y el por qué de hacer observaciones –memoria y operatividad-
• Al mismo tiempo, se incorporan unas nociones sobre valores en grupo. Nos centramos en dos: respeto y positividad.
• A continuación, se les dice como va a ser la dinámica de grupo para abordar el trabajo:
o Tiempos, comienzo y final
o Espacios: del análisis y la dispersión al resumen y observación, y de ahí a la síntesis del discurso grupal.
o Recursos disponibles (quienes integran el grupo y documentación o input)
• Y ya es suficiente para la primera reunión.
En la segunda reunión, se pregunta al grupo sobre lo que han aprendido sobre grupos y se le incorporan nuevos aspectos, como la rotación de roles y el papel del director, que se explica sucintamente. En reuniones sucesivas y en función de lo experimentado aplicando lo explicado, se amplía la complejidad de los roles y se va avanzando en los problemas de su desempeño y cómo solucionarlos.
Tenemos un documento base que es la lectura núm. 5 y en ella se presentan las “patologías” de los grupos llamados naturales y/o espontáneos, y el horizonte de un grupo de trabajo sofisticado, que puede aprender hasta hacerlo tan bien que consiga casi siempre un espacio de respeto mutuo, de positividad, de límites, de comunidad grupal, de aportación al conjunto, de continuidad y mejora.
Tenemos así un horizonte y sabemos de dónde partimos. A través de la información, del intercambio y de un método adecuado, iremos perfeccionando nuestras prácticas grupales y haciéndolas cada vez más eficaces y satisfactorias.
Cada día apreciamos más aquello que es evidente, de sentido común, y una de esas cosas es la preservación de la memoria grupal. El punto más débil de un grupo o de un colectivo suele ser su memoria, y ejemplos para aseverar esta afirmación hay muchísimos. Si no somos capaces de dotarnos de un método que conserve dinámicamente la memoria, el grupo no puede crecer.
Es más, si se utiliza la memoria, mediante síntesis del observador, y el grupo recupera su sentido, recupera su tono, y puede seguir adelante trabajando, sin grandes dificultades.