“Al aproximarse más, nuestro amigo observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una, volvía a arrojar al agua

Intrigado, el paseante se aproximó al hombre para saludarlo:

– Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome qué es lo que hace

– Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar se morirán por falta de oxígeno.

– Ya entiendo –replicó mi amigo-, pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas, simplemente. Y lo más probable es que esto esté sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de cuenta de que es imposible que lo que Ud. pueda hacer sea de verdad importante?

El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:

– ¡ Para esta sí que es importante ¡”

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Este relato de Canfield y Hansen viene a representar con bastante exactitud lo que hemos venido haciendo durante casi los últimos veinticinco años. Si lo analizamos en su importancia, no puede tenerla el hecho de haber llegado con una metodología pedagógica innovadora a satisfacer y a motivar a unos cientos alumnos de la facultad de ciencias políticas y sociología. Seguro que han pasado miles y miles, cientos de miles por todas las facultades del país. De poco –puede parecernos- puede haber servido nuestro esfuerzo, pero somos conscientes que para los que han participado y se han encontrado con la “sorpresa” de nuestra forma de trabajar, ha sido importante, y en algunos casos, sabemos que ha sido decisivo en su vida profesional y aún en la personal. Nuestro trabajo como profesores es más importante de lo que creemos, y al mismo tiempo, es difícil llegar a todos, tenemos que ser conscientes de los límites de nuestro trabajo, hay muchas “estrellas de mar” que oxigenar y es una labor de todos.

Nuestra experiencia puede servir ahora para ampliar las estrellas de mar que sobrevivan a las mareas. Este es el sentido de este libro y también es la razón última de nuestros esfuerzos todos estos años. Esfuerzos en todo caso que ya han sido recompensados por la satisfacción de la respuesta y el reconocimiento de muchos de los alumnos que han participado en esta forma de enseñanza y en esta experiencia. Nadie nos debe nada, nos sentimos bien pagados por ese reconocimiento que, aunque parcial, sabemos que todavía es más amplio que el expresado explícitamente.

Este no es un libro hecho por especialistas, somos aficionados, somos unos buenos aficionados, apasionados por nuestro trabajo,

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