Para llegar a la libertad es preciso comenzar por la fraternidad (intercomunicación) y seguir por una igualdad formal y tendencial. Si empezamos por la libertad, sólo unos pocos parece -o les parece- que la consiguen.
1. Saber empezar es tal vez lo más importante, sin las raíces generadas por la inmediato, por la comunicación social -en lo local-, no es probablemente posible llegar a ningún tipo de libertad que no reduzca o elimine la libertad de uno o muchos.
2. El primer paso es sin duda la fraternidad y eso se aprende desde muy pequeño, en la familia, en la escuela, en la calle con los amigos …….
3. Cuando son un horizonte, el orden es libertad, igualdad, fraternidad, como nos enseñó la revolución francesa.
4.Sin embargo, cuando se trata de saber por dónde empezar es justamente al revés, desde la intercomunicación, desde la amistad, desde el amor, desde el intercambio de conocimientos y experiencias, desde la complejidad, construyendo la igualdad en la diferencia y la libertad social y luego individual.
5. Igual que el sol: desde el este hasta al oeste, desde la fraternidad hasta la libertad pasando por la igualdad.