Siento lo que voy a afirmar, pero ….. arte es una función del poder. Y en arte, incluyo, claro, la arquitectura.
El poder necesita del arte para consolidarse y para pasar a la historia. Cuanto más absoluto sea, más necesidad tiene de los que lo ensalzan con «su arte». El poder absoluto protege no el arte, sino a algunos artistas, aquellos que mejor los representan, aquellos que de alguna forma, aunque no lo parezca, se han sometido. El arte fuera del sistema de poder es marginal y no suele tener reconocimiento hasta muchos, muchos años o siglos después.
Y si el poder es teocrático o pseudo-teocrático ….. mucho más. Es más, según es más perdurable -el poder, claro- más grandioso se «va haciendo» o «van haciendo» al arte (de cámara, de poder).
Las dictaduras -y si son militares, más- son tan aburridas que ni siquiera saben desenvolverse en buenas relaciones con el arte de sí mismos. Los militares tienen una cultura peculiar, normalmente poco dada al espíritu artístico.