Acción-aprendizaje
“Más se aprende sobre las personas actuando con ellas una hora que conversando un año” (Platón)
Realmente, conversar por conversar no es mi mayor afición, sino pensar conversando o conversar mientras se hace …. sobre todo esto, porque es lo que nos lleva a una acción más concentrada, reflexiva y “productiva”.
Un ejemplo importante es hacer la comida con alguien querido ….. aporta multitud de aspectos que te renuevan no sólo por el asunto -la comida- sino por compartir lo que te hace vivir. Se suele decir que en la cocina uno sólo, pero no estoy de acuerdo. No sólo se aprende de algo tan importante, sino que se te ocurren muchas cosas y reflexiones, y todo puede ser objeto de gracias y hasta de baile y canto.
Actuar es terapéutico y aún encima resuelve un problema o varios. Lo malo es cuando el actuar es reportar informes burocráticos, la mayoría de las veces innecesarios. Parece que siempre queda algo por entregar ….. es poco satisfactorio.
Parece que los burócratas, también llamados alexithímicos, tienden a no hacer, y por eso tal vez nos estropean tantos días de nuestras vidas buscando cosas inútiles, pero que alguien pide, aunque lo tenga en sus narices. Encuentran todas las formas posibles de “hacerte la vida imposible”, cosa muy diferente a actuar y pasarlo bien.
En este país hay mucha gente teórica y fantasiosa, que no gusta demasiado de la acción. Vamos cambiando, más por la necesidad que por convencimiento. Siempre me sorprende la gente que se aventura a una emigración, porque lo cierto es que no siempre son los más necesitados de cambiar de aires, sino los que al tiempo que lo necesitan, lo desean, quieren renovarse, buscar, cambiar …… esa gente está viva y mantiene vivas muchas cosas de la suya y de su familia y amigos.
Si uno emigra por estricta necesidad, no es propiamente un emprendedor o alguien que valora lo que hace, porque ama lo que hace y lo que hará. Por eso, muchos vuelven lo más rápidamente que pueden o estan disconformes con su nuevo paisaje social durante más tiempo del debido para su propio equilibrio psicológico.
Siempre me ha sorprendido la emigración de algunos pueblos, su espíritu de búsqueda y de renovación, sin perder ni un ápice de sus raíces. Es claro en el caso de italianos y chinos por poner dos ejemplos que conozco algo. Mantienen sus raíces familiares, reproducen lo que han aprendido en sus tierras y le incorporan aspectos renovadores, casi siempre se quedan a vivir y a formar familia por allá. Es probable que se casen y formen familia con italianos o con chinos, pero no importa, a veces hasta llegan en dos generaciones a estar plenamente integrados, aunque sin perder su cultura, sus vínculos con esa cultura rica que les permite emigrar y seguir manteniendo tradiciones allá donde van. Es cierto que esto no se puede generalizar, pero si que hay otros pueblos que tienen otro talante, un talante tal vez más señorial o señorito y que piensan que «como su tierra no hay nada» y que están deseando volver y vuelven, aunque sea para quedarse en una plaza pública viendo como esa tierra como dice Modugno «es amara», es dura y los ha expulsado. No es que tengamos que tener mala relación con nuestra tierra porque no ha sido capaz de ofrecernos un trabajo digno para vivir, sino que podemos seguir sintiendo la cultura que hemos aprendido y las tradiciones, y sentir que es preciso adaptarse a la nueva situación, que hay que agradecer, porque nos ha permitido vivir y montar una vida, que no podíamos en principio. Volver para morir o volver para vivir nuestros últimos tiempos, puede ser una fórmula, pero no le encuentro de todo sentido. En fin, como emigrante gallego que soy siento a mi tierra muy profundamente, en tanto en cuanto representa una parte de mí, pero no la añoro tanto que pierdo el juicio por volver allí, y eso que mis últimos cincuenta años los he vivido en un ambiente que sigue sin gustarme especialmente. Su cultura repele en cierto modo a la mía, y viceversa. Ya lo decía Rosalía: «castelans de Castilla tratade bem os galegos, cando van, van como rosas, cando veñen, como negros». Somos poco compatibles, pero para qué regresar a un sitio que no es el mismo que está en tu cabeza, y que más que probablemente te acabe decepcionando …… Prefiero probar otras alternativas.
Nunca he entendido aprender por aprender …. aunque cuando aprendo no pienso sólo en aprender para sacar utilidad a lo que hago. No, aprendo haciendo, aprendo …. de cualquier cosa que hago, y a veces, la mayoría, es útil a mi vida y me hace sentir bien y mejor que si sólo estuviera encerrado en una biblioteca.
Hoy he recomenzado un plan de caminatas …. y me siento mucho mejor. He escrito varias entradas y he formulado varios comentarios a algunas de ellas. La acción es decisiva para animar, para alegrar y para amar.
Y aún encima, aprendemos ….. ¿se puede pedir más?