Innovación y Organización

En 1971 una conversación con mi director de tesis doctoral, el prof. José Luis Sampedro, me hace poner los pies en el suelo. Yo quería hacer una tesis sobre la dependencia, era, por decirlo de alguna forma, mi pasión. Y sin duda, sabía ya bastante del asunto y tenía mis ideas y hasta mis hipótesis más o menos elaboradas. Una conversación con Sampedro me hizo poner los pies en el suelo «tal vez hasta contra mi voluntad». ¿Iba a poder aportar algo a la teoría de la dependencia? ¿No me parecía que ya muchos investigadores habían escrito cosas muy interesantes sobre el tema, y no sería demasiado general? ¿No me llevaría eso a hacer una sistematización de conocimientos, en vez de aportar investigación directa? ¿No sería mejor que abordase algún tema concreto que pudiese adentrarme en él y conocer en profundidad y que además, no se hubiera tocado?.

Después de aquella conversación, aunque comprendí que mi maestro tenía razón, no salí demasiado convencido, pero empecé a investigar sobre sus posibilidades. Pensé que lo mejor es que dado que trabajaba en el «Servicio de Estudios» de Telefónica, y el material empírico estaba tan poco sistematizado e investigado, si no sería una buena idea adentrarme en ese campo, que además, excepto algunas cosas ligeras, no se había investigado y mucho menos en directo. Y así fué como me fuí ilusionando con el tema, y más y más, a medida que iba adentrándome y viendo que no sólo era posible e interesante, sino que podía llegar a ser apasionante. Porque apasionante es «tirarse a la piscina» de la investigación primaria, de la recuperación y sistematización documental, del afloramiento de recursos ocultos, ……

Total, me apasioné del tema: y el resultado, cuatro años después fué la tesis doctoral: «Análisis histórico-estructural del sector telefónico en España, 1924-1972».

Prácticamente nadie había escrito nada sistemático sobre el tema, e iba a dar a la luz muchas informaciones, datos y sobre todo, interpretaciones, que serían las primeras. Me fue apasionando el tema, pero también el método utilizado. Mis estudios sobre metodología marxiana y estructuralista me permitieron dar un «toque diferente» de tipo metodológico a lo que estaba haciendo. Fué una gran experiencia. Recuerdo que primero escribí más de doscientas páginas -que luego se quedaron en la reserva o en los documentos de base- para «aclararme». Hasta que escribí todo aquello no fué posible aclarar un poco un tema profundamente enredado y complejo, donde la primera opción fué describir, luego clasificar y relacionar y finalmente, una vez que tuve todo eso en mis manos, me dí cuenta de que necesitaba dar sentido a todo aquello; no podía ser una aproximación descriptiva de la realidad de ese periodo histórico. Tenía que aportar algo más, y creo que lo conseguí. Los datos, las informaciones, los documentos de apoyo constituyeron una parte del texto, pero en formato de anexos, y el discurso principal se fue construyendo sobre una interpretación sobre la dependencia en el caso de Telefónica.

Al final, volvía a «encontrar» la dependencia, pero ahora en la realidad y en el aquí y ahora del sector telefónico en ese período. Total que mis estudios sobre dependencia me ayudaron mucho, porque permitieron dar sentido a muchas cosas que había descubierto y darles a todas sentido. Es más aporté no sólo, por primera vez, un método histórico-estructural a un proceso investigador, sino y sobre todo, se derivaron más de una categoría científica más, que fueron luego repetidas en otras investigaciones. Un buen trabajo la tesis doctoral. Aprendí una enormidad. Toda una odisea y un gran espacio de aprendizaje e investigación.

Publicado por Roberto Carballo

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *