Hoy he tenido un viernes de gestiones en establecimientos públicos, del Estado, y he tenido la oportunidad de recordar lo que son una gran mayoría de los funcionarios.

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Es cierto que estaba «tocado» por la prepotencia de los controladores aéreos, sobre todo porque ayer tuve la ocasión de ver los reportajes que se hicieron en torno al tema, y salió un representante, mejor dicho dos, a cada cual más prepotente, retador, aristocrático y malcriado. Viendo al de CNN+ en la imagen paralela con el tal Cesar de los «malcriadores» -¿tiene cierto parecido con controladores? y otra pregunta a mí mismo: ¿por qué será que todo lo que suene a controladores me hace daño a los sentidos?-. Uno blanquito, descolorido, casi como sacado de una tumba, no me acuerdo como se llama este de la ser, creo que Gabilondo; el otro, bronceado, con un corte de pelo particular, así como despeinado, como si acabase de salir de un after hours, pero bien arregladito, bueno, sólo esa imagen ya valía por todo lo que después dijo, que en realidad era de una prepotencia y chulería subidas. Y eso que hablaba de que sus actuaciones habían sido «salvajes», yo más bien diría propias de malcriados y gente mal acostumbrada a respetar a los demás, como si fueran un producto típico de cualquier dictadura …. en fin, no sigo con esto, porque no cuento lo que quería contar sobre los funcionarios que hoy tuve «el privilegio» de visitar.

Primero, intenté algunas gestiones por teléfono, para hacer más llevaderas las cosas e ir preparado. Intenté buscar a alguien de recursos humanos de Telefónica, pero después de media hora de búsquedas y gestiones, llegué a la conclusión de que Telefónica y sus empleados eran entidades fantasmas, que no existían, que no estaba en mi mano localizar a nadie ni siquiera hacerme con un teléfono general que me permitiera hablar con algun/a teleoperador/a de una empresa subsidiaria o suministradora que me dijera cómo podía encontrar a alguien en la tal Empresa. Como todas las empresas corporativas y grandes, sólo quedan extrañas excepciones que tienden a la extinción, su «adentro» no está disponible para el afuera, excepto si quieres contratar -y sin mirar ni valorar- cualquiera de las ofertas que te ofrecen, y que finalmente nunca son más que engaños, con propuestas exageradas que luego nunca cumplen. Pero ni por esas: mi primer contacto con los funcionarios, en este caso de Telefónica, fue radicalmente nefasto e imposible. Ni siquiera ahora dispongo de un teléfono general que me permita preguntar algo a alguien de recursos humanos o aún contactar con alguno de mis amigos de años de adentro de Telefónica ….. es alucinante como se pueden llegar a esconder. Ah, cuando logré un teléfono que era, porque me lo confirmó la chica que se puso, del adentro de Telefónica, me cortaron prácticamente cuando les pregunté un teléfono general para preguntar por una persona en concreto que, según le anticipé a esta persona -que no quiso perder ni un segundo conmigo- que lo conocía desde hacía años. Nada de nada. «No tengo ni idea de ningún teléfono general de la empresa, ni si lo tuviera se lo daría», fue la respuesta de esa impresentable. Vergonzoso, pero cierto. He trabajado 24 años en Telefónica y nunca estuvo tan mal ….. ni nunca pensé que podría alcanzar tan «altas cotas de miseria», en términos de Groucho.

Mi dirán uds.: «es que Telefónica …. ya sabemos ….» y no les llame funcionarios, que son empleados y privados ….. y yo les diré: «pues mire cuando casi eran funcionarios, eran más amables …. han perdido mucho, en este caso, aunque siguen siendo mucho más funcionarios de lo que eran».

Total, que seguí primero mi peregrinaje internet-telefónico, para acercarme a mis objetivos de resolver gestiones que eran necesarias y por eso les dedicaba tiempo. El paso siguiente fue llamar a una institución, al INSS que busqué en internet y encontré un teléfono, con el que me puse en contacto. Era un 901 y me recibió un sistema automático que estuvo pidiéndome mis datos durante un buen rato … hasta que llegó a uno que parece que no le gustó o era diferente del que podía contrastar y entonces me dijo: «le paso con una teleoperadora», e inmediatamente se puso una chica que me informó muy bien, aún cuando volvió a pedirme todos los datos que había pedido la máquina, yo se los dí y cuando llegué a la calle, parece ser que yo no había cambiado el domicilio y me indicó lo que tenía que hacer para cambiarlo …. me informó de dónde podía hacerlo y me añadió una información que después me hizo que pensar, que la seguridad social está dividida en dos partes, una que cobra (tesorería) y otra que presta servicios, INSS que como ya sabía no era una filial de las famosas SS, sino que significaba Seguridad Social. En todo caso, me remitió a que tenía que cambiar mi domicilio en una delegación de la tesorería. Me dijo lo que tenía que llevar, sólo el DNI, cosa que me sorprendió porque en ese documento tengo mi domicilio antiguo, justo el que ellos tenían, pero me dijo que sólo con el DNI me resolverían el cambio de domicilio. Me extrañó, pero me encaminé al sitio y comprobé que efectivamente era así. Un hombre muy amable me cambió inmediatamente el domicilio y le dije si tenía que hacer alguna cosa más, y él me dijo que no, que ya estaba. Me fui no del todo convencido, pero supongo que si lo ha metido en el ordenador delante mía, será cierto y tengo que aceptarlo. Ahora cuando tenga que volver a llamar por teléfono para que me den el certificado que necesito, espero que ya todo esté en regla y pueda arreglar el asunto con la maquinita o con la chica que me atendió, que fue muy amable. Primera gestión ….. más o menos resuelta, aunque tengo que volver a llamar a la maquinita susodicha. Digamos que todo ha funcionado bastante bien, los funcionarios con los que hablé no parecían funcionarios y el hombre que me atendió hasta sonrió ante una salida propia de mí en un momento dado.

Ya que estaba en la famosa Tesorería del INSS, me acordé de que dentro de unos años tengo que jubilarme y me gustaría saber aproximadamente lo que me van a dar de pensión. Pregunté en la puerta, me dijeron que me dirigiera a una puerta y que tomara un número … esperé unos diez minutos y me tocó -hoy había poca gente, será que todos están cansados del puente-. Cuando ví la mesa que me tocó, observé que la señora que estaba tenía mala cara y según me iba acercando me dí cuenta de que hasta temblaba y parecía mucho mayor que yo, y pensé: «tal vez está a punto de jubilarse o le ha pasado algo». Dije Buenos días, cosa que no fue contestada. Le dije que quería que me hicieran una estimación de lo que podría recibir por pensión cuando me jubilase y me dijo primero, algo así como que «ya tenía que estar jubilado», cosa que me sentó mal y que no sabía a que venía ni había ninguna razón, excepto el cabreo que la señora tenía con alguien o alguienes o con el mundo, para hacerme una pregunta tan descaradamente grosera. Le dije que no pensaba jubilarme hasta dentro de cuatro años, pero que podía hacerlo cuando quisiera, porque tenía edad ….. pero no entiendo que la gente quiera jubilarse, sobre todo, si le gusta lo que hace y puede seguir haciéndolo con gran calidad y experiencia. Me dijo entonces que si no sabía que todo iba a cambiar -cosa que es también una impertinencia, porque ella no puede saber si va a cambiar, porque tienen que llegar a un nuevo pacto para cambiar esas cosas …. y en cualquier caso, lo que yo le pedía era para tener una estimación del montante y eran cosas mía- y evidentemente sé que puede cambiar, pero quiero saber lo que tengo derecho a saber ….. como vió que no me molestaba lo suficiente, me dijo que sólo podían hacer estimaciones de dos años …. y no de tres, como yo quería. Me dió un impreso, en el que anuló prácticamente todo el impreso, sólo tenía necesidad de poner mi nombre y señas y poco más …. y lo que quería. Lo puse y le pregunté si me lo daba ahora o me lo enviaba, lo cual con un gesto de desprecio o desdén, dijo que me lo enviarían por correo. Pregunté que cuanto estimaba que tardaría y le costó responder, porque tuve que repetir la pregunta y entonces dijo que algo más de una semana ……. La señora era de esas personas que son viejas desde que son niñas …. y yo pienso que «había nacido» para funcionaria. Llevaba toda la vida cabreada y toda la vida puteando a los que iban a molestarle y …. me trató como ha tratado durante años a los demás: mal y punto. Salí con una mala sensación de la famosa Tesorería de la INSS, a pesar de que la primera experiencia, que era lo que primero buscaba, hubiera salido correctamente ….. pero por qué esta señora tenía que fastidiar a la gente ….. era evidente que estaba amargada …. no es que tuviese un cabreo momentáneo, no, era una persona amargada, muy amargada y con ganas de molestar …. me recordó a algunas personas que conocí …. hace tiempo. Un malísimo ejemplo.

Y entonces, me voy a la tercera experiencia del día, que es una experiencia múltiple y tratando nada más y nada menos que con los «dueños del Estado», con la Agencia Tributaria. ¿Por qué les llamo «dueños del Estado», porque son los que recaudan e imponen -impuestos- a los ciudadanos condiciones para que el Estado funcione. En consecuencia, son lo más importante. Porque en otros Estados son importantes también, aunque menos, por ser centros de costes solamente, los de interior -orden público- y los militares -guerra-, pero en nuestro Estado esos sólo gastan y además, si bien el orden público es importante para algunos, y sobre todo, para mantener la propiedad, los de la guerra solo gastan y no aportan mucho al Estado, al menos por ahora. Eso no quita que en algún momento se rebelen de ser los terceros en importancia y quieran tomar el poder, como ya hicieron en tiempos de la República y otras muchas veces antes …. pero por ahora son menos importantes. Total, que tenía que pedirle un certificado a la prepotencia ….. a los mandamases del Estado. Llegué y para evitar problemas de entrada, casi me desnudé antes de que me lo dijeran … en el control de entrada. Me fuí a información, que en esta Agencia no es información sino Información direccional, cosa que me sorprendió por lo innecesario del adjetivo, aunque tengo que reconocer que estaba correctamente escrito. Había dos hombres, ambos mayores, y ambos con cara de pocos amigos. Parecían cabreados por tener que trabajar. Me fui hacia el que estaba más cercano a la entrada, había una señora delante …. y cuando ya iba a hablar, porque me tocaba, la señora se dió la vuelta y pregunto por una aclaración de dónde tenía que adquirir un impreso. De muy mala gana, el hombre le dijo que abajo y que fuera por las escaleras y cuando la señora se volvió, observé un gesto de desprecio en la cara del funcionario, y añadió, hablando conmigo o al aire: «nunca saben nada». Hice caso omiso, aunque tomé nota, y pregunté y me dijo lo mismo …. parece ser que todos teníamos que pasar por caja para comprar unos impresos para luego presentarlos en las ventanillas correspondientes, esa oficina parece y es kafkiana. Cuando bajaba por la escalera, ví que la señora anterior dudaba de dónde tenía que ir y le indiqué el sitio, es decir, hice de funcionario bueno. Ella me lo agradeció y le cedí el sitio para la compra, le vendieron el mismo impreso que yo tenía también que rellenar y preguntó dónde lo tenía que entregar. Era una señora mayor, elegante, bien vestida, pero muy mayor y con dificultades para andar. El funcionario le indicó que tenía que entregar el impreso en el piso de arriba y ella preguntó que por dónde iba para arriba, él dijo que por las escaleras,, y yo interviné preguntando si no existía un ascensor, dado que la señora no me parecía que estuviese en muy buenas condiciones físicas. Dijo que había una escalera mecánica y yo le indiqué donde estaba y me puse a comprar mi impreso. Mientras me lo daba y cobraba, dijo algo así como: «estas señoras debían estar en su casa, porque no pueden andar por la calle. Claro, las dejan solas ….» Yo le dije que probablemente sus hijos estaban trabajando y que ella venía a arreglar algo suyo o de sus hijos ….. volvió a repetir que «no entendía como salían solas a la calle» … me pareció un comentario fuera de lugar … e innecesario. Y me fui a la ventanilla correspondiente …. rellené el impreso, y me puse delante de la funcionaria. Esta miró el impreso y me dijo que no podía pedir lo que pedía, que no tenían los datos. Yo le dije que en todo caso, necesitaba su negativa, para que aceptaran otros documentos, y ella, gritando, dijo: «hasta cuando tenemos de tal cosa», una funcionaria del fondo dijo que hasta el 2000 y yo lo pedía de mucho antes, entonces, me rechazó el documento, y le dije, bueno, donde puedo entregarlo porque tiene que haber constancia de que yo lo he intentado y me dijo: «vaya a registro» …. En registro, volví a tomar un número … aunque no había nadie esperando, pero cuando me dirigí al funcionario me dijo que tenía que coger un número, y era el único …. en fin ….. lo cierto es que me fui a por el número y con él en la mano me dirigí a uno de los funcionarios, uno distinto del que inicialmente me había llevado nuevamente al punto de los numeritos. Le entregué el famoso impreso y me dijo que tenía que entregarlo en la otra ventanilla de dónde había ido. Yo le dije que allí me habían dicho que viniera aquí, al registro …. entonces él me dijo que tenía que traer una copia del DNI y le dije si no era suficiente con enseñárselo ….. y entonces, fue cuando me dijo: «¿Sabe leer?» y enseñó la parte de atrás del impresito. Entonces, yo le dije: «Oiga, no me insulte», entonces se dió cuenta de su inadecuado proceder y dijo algo así como «perdone» …. yo le aseveré que si alguno de los dos no sabía leer, era evidentemente él. Se calló y le pregunté que cómo podía hacer una copia del DNI, cosa que me indicó, esta vez ya en otro tono de voz menos agresivo. Fui a hacer la copia … volví y hizo ya su trabajo correctamente. Finalmente, le pregunté cuando me enviaría la contestación que le había solicitado, y él me dijo: «mañana le llegará este documento al departamento correspondiente», departamento que estaba a diez o quince metros de dónde él estaba ….. sin aclararme cuanto tiempo tardaría finalmente en llegar a mi casa la contestación que estaba demandando.

Reconocerán que ha sido una mañanita ….. aunque realmente no he perdido el tiempo, y he sabido reflexionar sobre lo que es el funcionariado …… en una ciudad de funcionarios, con mentalidad funcionarial y con modos y comportamientos que expresan la más alta cota de representatividad funcionarial.

Se podría hacer una película ….. aunque tendríamos que tener con nosotros a un Berlanga o a un Bardem o a un Marco Ferreri o hasta un De Sica.

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2 comentarios en «Experiencias con Funcionarios»

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