El contador ya se ha puesto en 3,6 millones de parados, y un mes como marzo, normalmente con saldos positivos, ha aumentado el stock de parados en 123.543 ……. parece una película de miedo.
Es cierto que en apenas unos meses, una de cada cinco personas en edad de trabajar se van a ver obligados a subsistir con una prestación temporal para afrontar el día a día y hacer frente al pago de sus deudas. Y eso, los afortunados. Según las cifras que se están dando, cerca de dos millones de desempleados no contarán con ningún tipo de ingresos.
La pobreza e, incluso, el hambre, figuras desconocidas en este país durante las últimas décadas, serán entonces una realidad y un gran problema, no sólo económico, sino también social. La tragedia no radica en el aumento del paro, sino en la destrucción laboral que acaba de registrar el mercado nacional.
Curiosamente, la agricultura es el único gran sector que todavía genera empleo. Esta situación es muy preocupante, y lo que es evidente es que la pérdida del puesto de trabajo puede provocar un sentimiento de incapacidad personal y pérdida de la autoestima. Todos los días al ver la información, tienes cierta tendencia a identificarte con esas personas aque se encuentran en esa situación: ¡ Es muy triste ¡
«El desempleo es un problema que implica lo social, lo económico y lo psicológico y atenta contra un derecho humano fundamental, que es el derecho al trabajo y a la vida digna”.
Si, sin duda que es una catástrofe …. lo importante no son las cifras, sino los «golpes» sociales y culturales, la pérdida de autoestima de las personas, su propia desacreditación personal y social …. Es un drama, que nunca podremos expresar en toda su magnitud.
El contador ya se ha puesto en 3,6 millones de parados, y un mes como marzo, normalmente con saldos positivos, ha aumentado el stock de parados en 123.543 ……. parece una película de miedo.
Es cierto que en apenas unos meses, una de cada cinco personas en edad de trabajar se van a ver obligados a subsistir con una prestación temporal para afrontar el día a día y hacer frente al pago de sus deudas. Y eso, los afortunados. Según las cifras que se están dando, cerca de dos millones de desempleados no contarán con ningún tipo de ingresos.
La pobreza e, incluso, el hambre, figuras desconocidas en este país durante las últimas décadas, serán entonces una realidad y un gran problema, no sólo económico, sino también social. La tragedia no radica en el aumento del paro, sino en la destrucción laboral que acaba de registrar el mercado nacional.
Curiosamente, la agricultura es el único gran sector que todavía genera empleo. Esta situación es muy preocupante, y lo que es evidente es que la pérdida del puesto de trabajo puede provocar un sentimiento de incapacidad personal y pérdida de la autoestima. Todos los días al ver la información, tienes cierta tendencia a identificarte con esas personas aque se encuentran en esa situación: ¡ Es muy triste ¡
«El desempleo es un problema que implica lo social, lo económico y lo psicológico y atenta contra un derecho humano fundamental, que es el derecho al trabajo y a la vida digna”.
Si, sin duda que es una catástrofe …. lo importante no son las cifras, sino los «golpes» sociales y culturales, la pérdida de autoestima de las personas, su propia desacreditación personal y social …. Es un drama, que nunca podremos expresar en toda su magnitud.