El mar:
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá? Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!
(Rafael Alberti)

¡Qué sensación tan diferente tenemos cuando la mar está cerca! Huele de otra forma, se siente la humedad en el cuerpo, es como si se abrieran caminos dentro de uno. Es además mi mar, el mar-océano atlántico, y aunque no es el que yo miraba de pequeño, porque éste mira al norte, y el otro al oeste, es el mismo. Hay nubes, hay viento, hay humedad. Mi padre no me sacó del mar y me llevó al interior, sino que fue la emigración necesaria, porque sin ella hubiera quedado anclado como un buque. Salí a estudiar y a ganarme la vida, o a ganarme la vida para estudiar, y la experiencia fue muy positiva, aprendí mucho. La emigración enseña, vivir fuera de casa no te desmadra, sobre todo, cuando tienes necesidad, cuando trabajas por ti y para tu futuro, y ese fue mi caso. Sólo que sentí la responsabilidad, también la libertad, de ser hacerme mayor rápidamente, al poco de emigrar. Vivir haciendo tus cosas, saber hacer cosas para vivir, para desarrollarte como persona, decidir lo que tienes que hacer y lo que no, en definitiva, ser tú mismo. Esa libertad te ayuda a ser, y al tiempo, te hace ser. Uno no puede dejar de hacer «lo que tiene que hacer». Nunca he perdido mis raíces, pero he ganado otras con la emigración. Es cierto que ya nunca seré del todo de mi tierra raíz, ni tampoco de la de adopción, pero habré podido aprender de una y otra experiencias. Y la mía ha sido intensa, como todas, seguro, las de la emigración. Pero …. la mar siempre ha estado en mi, aunque mi garganta todavía se seque más de lo necesario en el foro. En la mar, la garganta puede irritarse, pero no secarse, tu cabello puede ensortijarse, tu piel regenerarse, tus entrañas sufrir de reumatismos y otras dolencias, …. la mar es casi lo contrario de la tierra y el clima de secano, pero se puede todo soportar si se quiere seguir aprendiendo.

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4 comentarios en «La mar»

  1. La vida de muchos escritores gallegos (no sólo de los escritores, sino también de sus gentes) – no puede ser entendida sin la presencia del mar. El mar es ese elemento que aparta pero también es ese vínculo de unión con la tierra madre distante. Navegación, velero, ría, velamen, proa, popa…
    El mar fue durante siglos la vía natural de entrada y salida de nuestra tierra. De hecho casi la totalidad de la emigración hacia América se desplazó por este medio hasta hace poco tiempo. El mar, como símbolo, aparece en la literatura gallega desde tiempos muy remotos (las cantigas medievales).
    ”Cunqueiro presenta al marino arquetípico, Simbad, como un viejo y ciego contador de historias extraordinarias y maravillosas. Con el apoyo de lo maravilloso y de lo fantástico, la singladura pasa a ser vivida como reflexión metafísica, viaje introspectivo necesario para la maduración de los seres.”
    Un poema dedicado a este maravilloso elemento de la naturaleza: el mar (me hubiera gustado incluirlo en legua original pero no lo he encontrado)

    Mar ao Norde

    También el mar, hoy,
    tiene el alma llena de madurez.
    -Se le oye la adolescencia
    en el vidrio del aire
    llena de fragmentos de vísperas
    y de intactas navegaciones oscuras.-
    Así. Más allá. Ahora de la sombra:
    ¿No te duele el canto,
    -redondez tibia de beso preciso-
    del sol en la sombra?

    (Cunqueiro)

  2. Bella descripción de lo que un emigrante puede sentir… estar lejos de casa, de sus raíces pero aun así sentirse en casa en el lugar emigrado. A mi me ha pasado igual, sólo que yo crucé «el charco» como algunos de dicen… pero uno crece de una forma impresionante. Yo cambié de continente sin mucha expectativa y ahora me encuentro aquí haciendo mis estudios… realmente invirtiendo en mí. Creo que es y será una de mis mejores experiencias.

    Un saludo

  3. Es una pena …. que no lo hayas podido encontrar en gallego.

    Si, Mar. Estas cosas de la emigración sólo las acaban entendiendo finalmente los que hemos sido o somos emigrantes. Los demás pueden estudiarlas, pero no vivirlas, y no es lo mismo. Nadie sabe de la tierra de nadie donde se mueve el emigrante: extranjero en su tierra, y en la de residencia.

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