Método como facilitador

(Innovación – Aldebaran Innovation)

Nos orientamos a facilitar, a generar espacios de innovación. Mediante un método que sigue la realidad facilitamos espacios de innovación que nos acerca al objetivo, que es que la innovación fluya, se desarrolle y se implante como parte del modus operandi empresarial, organizacional o profesional. Nuestra orientación es básicamente metodológica, nos movemos en el mundo del cómo, facilitamos las cosas para que sean fáciles y posibles, pero no decimos lo que hay que hacer, o sobre qué hay que trabajar, sólo cómo se puede hacer con más eficacia y satisfacción.

Nuestro trabajo es saber cual es el cómo más adecuado en cada momento, las rutas críticas, las propuestas de rutas, las que nos pueden acercar a la resolución de los problemas. No pretendemos decirle a nadie qué tiene que hacer o cómo lo tiene que hacer, pero creamos las condiciones en forma de métodos, que hacen posible el que hagan lo que quieren, expresando su voluntad, como quieren, y teniendo como referencia unas experiencias que una vez vividas, son analizadas y contrastadas con modelos provisionales sobre el cómo que ya hemos experimentado. Los participantes descubren ellos mismos la ruta y el método adecuados.

Para conseguir todo esto es preciso llegar a un status de gran capacidad para intercomunicar, y eso solo es posible cuando se preparan las condiciones de confianza y de lenguaje necesarias. Tiempo para desarrollar esos lenguajes comunes y ese estado de confianza, que hace posible la intercomunicación fluída de experiencias y la participación en los problemas del otro, como si fueran propios, para aportar lo mejor de cada uno; ese es el único requisito que necesitamos para conseguir buenos resultados. Y todo está organizado en torno a una reglas, a un sistema de valores coherente y operativo, y por supuesto, apropiado para llegar a los dos horizontes estratégicos de nuestro trabajo: eficacia y satisfacción.

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6 comentarios en «Facilitador»

  1. Necesitamos facilitadores, personas que sepan hacer confluir, que sepan generar espacios de cooperación, de apoyo, de intercambio, …. que nos ayuden a «parir», y a hacerlo en público y con otros, que también pueden participar activamente. El facilitador se queda al margen, pero hace una gran labor, la labor de integración. Me acuerdo ahora de un alumno que tuve en un Master en Galicia, que hoy es amigo, Manolo. Manolo era un aglutinador, una persona que de forma espontánea sabía mantener en una focalización a un grupo. Manola era y es extraordinario.

  2. Un facilitador es necesario sobre todo cuando se percibe la complejidad, cuando se trabaja con situaciones complejas y heterogéneas, cuando el lenguaje común no es un factor de enlace, sino de separación.

  3. En último extremo, todos somos facilitadores, pero no lo sabemos o no queremos comportarnos como tales. Un médico facilita que nuestros síntomas se diagnostiquen y se receten y probablemente se curen. Un investigador facilita el surgimiento de una verdad científica y su contrastación. Un profesor-maestro crea condiciones para que sus alumnos aprendan …….

  4. Pero el que todos puedan ser facilitadores, no quiere decir automáticamente que lo sean. El médico no actúa normalmente como un facilitador, sino como alguien que sabe y te mira desde la distancia como ignorante que eres o te hace. El investigador domina la materia, intenta controlarla y ponerla a su servicio, y tantas veces manipula su organización. El maestro se empeña en enseñar lo que no se quiere aprender, porque le han dicho que tiene que hacerlo…………….

  5. Hay personas que son «facilitadoras», de forma «natural» que se peocupan por enseñar, por simplificar los trabajos ,crean buen ambiente etc.

    Desgraciadamente suelen terminar «quemados», solo unos pocos continuan siendo «facilitadores»sin apoyo de la Administración.

    Marisa Alvarez

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