Renfe o como son los monopolios

Hoy he tenido que viajar en Renfe. Vaya por delante, que me encanta viajar en tren. Pero …….el tren era un desperdicio, era un talgo, pero parecía «algo» en vez de talgo. Los asientos antiguos y malos para sentarse; le faltaban las piezas para poder escribir, pues es evidente que alguna vez las tuvo, pero segun me advirtieron eso ya no se usaba, o sea que no pude escribir más que en la rodilla. Las atenciones mínimas, parece que nadie quería hacer nada, ni atendernos. Ahora sí, el revisor hizo la revisión correspondiente, a fin de cuentas «podíamos haber sido delincuentes y habernos colado en el tren, con plazas todas ocupadas y ocupar justo aquella que había libre». ¡Qué lamentable!.

Por cierto para entrar en el tren no me pasaron por ningún recurso de esos odiosos de seguridad que se han inventado en otros sitios, supongo que si se cargan un talgo no importa. La gente sufrida, sí, sufrida, somos unos sufridos. Y hace tiempo que sé que Renfe es uno de los líderes que promueven el EFQM en España. Cuando conocí esa noticia, me eché las manos a la cabeza; más cuando invité a mi master al director del AVE y dijo, después de haber sido confirmado, que no venía dos horas antes y nos dejó colgados. Ni siquiera oí de su boca, aunque fuera por teléfono, una explicación. Sólo llamó una secretaria y dijo que no venía. Cosas de Renfe. El otro día me acordaba del Shangai, al menos el Shangai tenía cierta historia, tenía cierto encanto, cierta aventura, aunque desde luego me conformo con cualquier cosa. Ahora ni encanto, ni aventura, ni limpieza, ni servicios, ni nada. Es cierto, llegó a la hora, más o menos. Algo es algo.

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Un comentario en «Renfe o como son los monopolios»

  1. Bueno, tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Estamos acostumbrados. Es el país. Concesiones que se han convertido en monopolios; empresas públicas que mantienen el monopolio; bancos que aseguran su posición hegemónica; ….. parece que es el país de los monopolios. Y hablamos de competencia. Bueno, algo sí, pero entre conglomerados de dimensión y posición, status, casi irrebatible, por no decir totalmente. Iberia, Telefónica, Santander-BBVA, Campsa-Repsol, la cartelización del mercado eléctrico con sus Endesas, Iberdrolas y Fenosas, en fin, en fin, país, país, país. Menudo país. Como dice un amigo mio: «como para echarle de comer aparte». Pues eso, a comer aparte.

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