Fórmulas para un aprendizaje eficaz y avanzado. Las formulé hace varios años. Estaban olvidadas en el fondo de mi ordenador. Se idearon a partir de una aplicación metodológica en un programa de formación de formadores casi a finales de los noventa. Hay tres fórmulas que se van sumando y añadiendo factores. La primera se centra en la experiencia, como base para el aprendizaje y el conocimiento. Es la fórmula Uno, no la de Hamilton, Alonso y Raikkonen. Aquí no es necesario saber jugar con las maquinitas en una simulación.
Se dice: «La experiencia es la madre de la ciencia» …. y del conocimiento, por tanto. A partir de la experiencia, de la propia y de la ajena, se puede deconstruir conocimiento, y la ruta es eficaz porque:
a) todos tenemos más experiencia, inputs, de los que creemos;
b) reproduce la ruta de la creación del conocimiento mismo;
c) se pasa mejor, porque hablar de lo que nos ha pasado y transformarlo en conocimiento, es como si estuvieras más implicado, y hasta en momentos puede ser anecdótico y relajado;
d) es como aprendemos insconscientemente, el ejemplo es lo que imitamos, con esas neuronas espejo, que reflejan imitativamente lo que vemos en quienes valoramos;
e) al tiempo que aprendemos sobre el objeto de la experiencia, y lo reconstruimos como teoría o modelos, aprendemos a hacer las cosas bien, es decir, aprendemos método, también para aprender a vivir;
f) se enfatiza en la acción, siendo como es un gran motivador y un buena buena manera de aprender;
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En la fórmula Uno destacan estos temas: primero, la eficacia en el aprendizaje está vinculado a comenzar por la experiencia; segundo, de la experiencia han de derivarse modelos, conocimientos sobre lo real, y es el paso siguiente; y tercero, todo eso ha de generar y regenerar memoria, un repositorio de conocimientos, conocimientos conscientes, explícitos, expresos (no conocimientos tácitos). Tres primeros pasos para aprender eficazmente, fórmula uno.