«La libertad no es un hecho de aislamiento -como lo entienden los anacoretas-, sino de reflexión mutua, no de exclusión, sino al contrario, de alianza, pues la libertad de todo individuo no es otra cosa que el reflejo de su humanidad o de su derecho humano en la conciencia de todos los hombres libres, sus hermanos, sus iguales»

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Entendemos la libertad sólo individualmente, «sin sociedad». En ésta, en la sociedad, puede haber muchas personas sin libertad, una mayoría, y que el Estado no reclame nada para ellas. Es más, las haga todavía menos libres.

«El pueblo, por desgracia, es todavía muy ignorante, y es mantenido en su ignorancia por los esfuerzos sistemáticos de todos los gobiernos, que consideran esta ignorancia como una de las condiciones más esenciales de su propia potencia»

Leer a Bakunin «te devuelve algo de vida» y sobre todo, te permite reconocer nuevamente la racionalidad de sus palabras.

El Estado es en el fondo sólo un pozo de corrupción. Nace como imposición y como poder, se dasarrolla como imperio, aunque sea entre sus habitantes, y sigue creciendo inútilmente, reduciendo la capacidad de solidaridad, de fraternidad y de igualdad entre sus subordinados.

Miren el llamado poder judicial hoy, si, en Palma de Mallorca, ¿cómo es posible fragmentar un gran delito en pequeñas porciones con objeto de que ninguna ni su suma pueda ser más de la tercera parte de lo que tendría que ser si se juzgase con justicia?

Una vergüenza, sólo es un lugar para el terror, para mantener y ampliar los miedos, para reducir la libertad y para que los controles sean las cadenas de nuestra libertad.

Recuerdo que en la CNT de la calle de la Libertad, allá por los 74-76 es cuando primero oí hablar de Bakunin, pero sabiendo de lo que se hablaba. La gente cenetista era muy leída, no sólo en anarquismo y/o sindicalismo ….. allí «conocí» a Gramsci, por ejemplo, o al mismo Trostky y su revolución continua. No es que no los conociera superficialmente o de nombre, pero allí, mis compañeros sabían, lo habían trabajado y leído.

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5 comentarios en «Bakunin y la libertad»

  1. ¿Por qué el Estado es un pozo de corrupción? Es evidente, ¿quién puede controlar al Estado? ¿el mismo Estado? ¿es suficiente con ese supuesto de los tres poderes, cuando en realidad son prácticamente el mismo? ¿si uno quiere gobernar tiene que tener el apoyo del parlamento, y si gobierna, no quiere dejar de gobernar por lo que tiene que presionar a la Fiscalía -que casi siempre es nombrada y depende del gobierno- o directa o indirectamente al judicial. No es necesario decirle la mayoria de las veces a un juez «lo que tiene que hacer». Ya lo sabe, y excepto los héroes, que luego acaban echándolos de jueces, como Garzón, no hay quién se oponga a los intereses del poder ejecutivo.

  2. En España, la iglesia está dentro de nosotros, en nuestra cultura, sin darnos cuenta, inconscientemente, subyacentemente; la taberna está ya en la calle, con los «botellones» y demás. ¿Dónde está la revolución social? En ningún lado, sólo conformismo y parecer que somos como deberíamos ser. Esta enfermedad, muy frecuente y extendida, se denomina por algunos autores «COMO SI». Hay otros que han añadido una mayor definición …. pero sería muy largo abarcarlo todo y menos en un comentario al pié de una entrada de blog.

  3. ¿Quiere alejar la iglesia de nuestra cultura? Empiece a decir: «Pienso que ….», «Me parece que esto también podría verse así» (y se explica), «Estoy en parte de acuerdo ….» y deje de decir: «Creo o yo creo», «estoy en absoluto desacuerdo», «Los otros están totalmente equivocados» … y así. El absolutismo de la iglesia católica-apostólica-romana y más papista que el Papa …. está en nosotros. Está hasta en nuestros exabruptos lingüisticos y nuestro lenguaje lleno de insultos y maldiciones ……

  4. ¿Quiere alejar el alcohol de su vida? Es muy fácil. La vida es maravillosa si uno aprende a aprender, y es una mierda si uno se empeña en seguir siendo un ignorante y dedicar el tiempo que podía dedicar a conocer a Fedor Dostoievski o a Achibe Chinua o a Hermann Hesse, dedicarlo a beber ¿para olvidar? ¿para olvidarte de ti mismo? ¿para nunca llegar ni siquiera a acercarte a conocerte un poquito? Por favor, leyendo a Epicuro se curan muchas enfermedades, y sino pueden acudir siempre a ese psicólogo norteamericano que se le ocurrió curar a la gente hablándoles de cómo los filósofos planteaban los mismos problemas que ellos parecía que les estaban causando males (un tal Lou Marinoff, un tipo curioso y en cierta medida, genial).

  5. ¿Quiere cambiar las cosas? ¿No le gusta como las ve? ¿No le gusta como vive o como vive la gente? …. Pues deje de criticarlo y de decir que los otros son los culpables, y empiece a pensar que los cambios empiezan por uno mismo, cambiando uno mismo, y si uno no empieza a cambiar, es difícil que la sociedad cambie. Cambiar de tantas cosas, aprender tantas cosas de otros, pensar que es posible que todavía aprendamos más, ….. y persistir en una estrategia y horizonte que enfatice en el ser humano, sobre todo, en las personas como personas y grupos sociales, y no en las cosas, en los beneficios, en las competencias y en las autodestrucciones en que nos incorpora este sistema de «destrucción creadora» que decía Schumpeter. Hagamos las cosas bien, mejoremos nosotros, y ayudemos a los demás, si nos lo piden, a orientarlos hacia las rutas que ellos conocen bien, pero prefieren seguir «fumándose» cáncer o «bebiéndose» el hígado, o «comiéndose» el coco con la coca o similares. Como dice mi nieta: Es muy fácil …. y todos lo sabemos …. aunque lo tengamos olvidado en el fondo de los baúles de nuestros cerebros.

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