¿Por qué no dedicar 10 minutos a pensar y reflexionar sobre lo que nos decía Múgica hace unos meses en Río? Cosas elementales, como dice él, pero básicas: tenemos que gobernar el mercado y no que sus automatismos se conviertan en una especie de lotería donde cada vez sea preciso hacer más esfuerzo para no alcanzar la felicidad humana.