El Ciclo de Innovación Social se ha montado sobre un análisis previo que nos ha permitido definir sobre qué incidir en nuestro trabajo de acción-investigación.
Hemos decidido abordar tres campos estratégicos, uno que corresponde al mundo de la estructura económica: las pymes -excluímos las grandes empresas porque han dejado de ser innovadoras, si acaso nos servirán como ejemplo de cuando eran pymes y hicieron bien las cosas y hasta fueron innovadoras-.De la superestructura política elegimos el desarrollo local-territorial, porque entendemos que es el nivel donde se producen las transformaciones y dónde además, son posibles. El nivel estatal o el autonómico están lejos de poder instrumentar proyectos innovadores por la gran complejidad burocrática y conservadora, por un lado, y por las resistencias internas al cambio. Por último, del nivel social, teníamos dos posibilidades, una la sanidad, la salud en general, y otra la educación. Al final, hemos elegido la educación.
