Muchas veces, muchas personas, aún alumnos, me han dicho que lo que yo decía ya lo sabían …. y es cierto, lo saben, pero «ni lo practican», ni en la mayoría de los casos «saben como hacerlo», entre otras cosas porque no son suficientemente libres y tienen que estar diciendo lo que no saben o no pueden hacer, y así «figurar», como si fueran maniquíes en una pasarela de moda.
AHG exige una gran coherencia interna y que lo que hagas tenga muchísimo que ver o casi todo con lo que eres o piensas que eres ….. y para eso, uno tiene que realmente conocerse a sí mismo, como propugnaban con gran acierto los griegos -aunque una cosa es saber que tienes que conocerte a tí mismo, y otra, e inalcanzable, aunque mejorable, es ir poco a poco conociéndote-, y esta no es una tarea que sea siempre fácil, y menos en unas sociedades como las nuestras tan bipolares y/o esquizofrénicas, donde la disociación operativa no es una metodología técnica, sino una forma de vida.
La AHG (aprender haciendo en grupo), como metodología de innovación social y educativa sigue los modos de comportamiento básicos que podíamos llamar naturales. Esa es la razón por la que cualquiera que se acerque a ella, enseguida piensa que es una metodología de sentido común y que «ya lo sabía», lo cual es cierto, pero también no lo es, y no lo es porque no la practicamos más que excepcionalmente. La sociedad nos ha educado para no apreciarla y situarla en el fondo de nuestro ser, de tal forma que desconfiamos de su valor, aunque cuando la vemos apoyada por un innovador, entonces empezamos a creer que no era para estar en el fondo del armario, sino para sacarla al exterior. Pero entonces aparece el que todas las técnicas que nos han enseñado … no nos sirven para ponerla en práctica, porque todas ellas están profundamente impregnadas de la jerarquía de las inteligencias y, consecuentemente, no pueden percibir la importancia que tiene la realidad auténtica, la horizontalidad e igualdad entre inteligencias ….. Nos hemos formado en la desigualdad. No podemos comprender ni aceptamos la igualdad evidente, y eso nos lleva a no poder poner en marcha las voluntades, ni dejarlas circular, porque eso pondría en peligro todo el trabajo que hemos hecho para llegar adonde hemos llegado ….. complicado.
Si, ya sé que es complicado. Por eso, se necesita un maestro, un soporte que nos evite volver al principio …. y querer y no poder ….. para querer y poder es preciso que el método dé un cambio paradigmático, cuestión nada fácil …. en nuestras circunstancias …. es por eso que queremos convertir todo en recetas y …. buscamos insistentemente recetas …. que finalmente se acaban en sí mismas, porque lo importante no son las recetas, sino el diagnóstico, y un diagnóstico del aquí y ahora continuo ….. ya que un diagnóstico de ayer no sirve para hoy.
Un pensamiento estructurado …. primero, que es y luego, cómo se consigue.
¿Qué es? si nos atenemos al vocablo estructura … y siguiendo a Jean Piaget, tal vez uno de los que han escrito sobre estructuralismo y que han puesto más sistemáticamente las cosas: una estructura es una totalidad interdependiente, que contiene un sistema de transformaciones continuas y que se autorregula, pero no como un feed back típico de lo sistémico, que nos remite a una forma circular que no se da, sino a un proceso donde existen factores internos que dan pie a un formato autorregulador. Claro, para tener un pensamiento estructurado, necesitamos pensar en términos globales, pero no sólo, sino de totalidades interdependientes, eso quiere decir que «vemos» el conjunto, pero no nos perdemos sobre todo la interacción entre las partes, que son las que finalmente confieren sentido global y estructural al conjunto. Ver las cosas como un todo interdependiente, no es lo mismo que verlas en sus diferencias, sino en sus interrelaciones ….. en fin, requiere un esfuerzo y una experiencia práctica muy desarrollada.
Por eso la segunda pregunta es más difícil de contestar, ¿cómo se llega a ver las cosas estructuralmente, como conjuntos interconectados? Y la respuesta es a la vez simple y compleja: es simple porque sólo hay que decir que son habilidades que se consiguen haciendo, es decir, experimentando, viendo a otros, poniéndolos en uno mismo, viéndote a tí mismo, y revisándote en otros y en tí mismo; y por esta parte parece fácil, pero no lo es …. porque adquirir experiencia sobre una visión estructural es una tarea a largo plazo, y normalmente no podemos acometerla porque «no queremos tener tiempo» …. queremos saber, pero no queremos dedicar tiempo a saber …. y como decía el Guerra «lo que no pué ser, no pué ser, y ademá é imposible» …. pues eso, para aprender hay que experienciar, experimentar, y hacerlo muchas veces, y sobre todo, no sólo hacerlo, sino pensarlo, repensarlos, criticarlo, rehacerlo, recomponerlo en nosotros mismos. Y de ahí la complejidad del aprendizaje. Por eso necesitamos atender a lo que siempre ha sido la forma de aprender: tirarse a la piscina, tener método o pensar que el método es lo que nos hace libres -y el método tiene precisamente efectos muy contrarios a las técnicas o a las recetas, que nos dependizan- y sobre todo, saber apoyarse en un supervisor-maestro-facilitador que te ayude a caminar …. y poco a poco lo necesitemos menos, pero sigas necesitándolo.
Yo, hoy en día, necesito mucho más de mis maestros que cuando empecé ….. siempre los tengo presentes …. y son los que me ayudan a no derivar en lo que sería más propio y común, en lo fácil, sino aceptar la complejidad de la realidad, y construir pensamiento complejo para abordar el conocimiento de esa complejidad de lo real.
No pensar en términos de control o de exámenes o de pruebas …. para controlar …… cuento algo de mi experiencia:
«En general, los exámenes y todo tipo de controles … me parecen algo muy negativo individual y socialmente …. aunque en una sociedad tan jerarquizada …. no se conoce probablemente otra forma de aprender que no sea «a palo limpio», y de ahí, la comprobación continua y hasta la exigencia de que si no sabes …. determinadas cosas …. no te puedo dar un título. Lo cierto es que no creo que Amancio Ortega haya necesitado muchos títulos para llegar adonde ha llegado, ni tampoco Lula, por citar a un político de los auténticos. La calificación basada en la evaluación sólo favorece a aquellos que se adaptan mejor al sistema y evidentemente son más obsesivos y disciplinados. Eso precisamente es lo que desea el sistema, personas aptas para hacer lo que les manden. De ahí, la locura social de los exámenes, de las notas y su papel en los procesos de enseñanza. Yo recuerdo muchos exámenes frustrantes …. bueno, la mayoría. Recuerdo especialmente cuando cursaba cuarto de Económicas y había tenido que vivir con escasos recursos -hasta alimentarios- durante el curso, y llegué a los exámenes con 56 kilos -seis menos de lo normal en mí en esa época- y con una tensión impresionante por la dificultad de las materias. El colmo fue un día que olvidé mi papeleta en casa y no me permitían hacer el examen si no presentaba la papeleta. Le dije al catedrático (teoría IV) que se la traía después del examen, pero no lo acepto, y tuve que ir corriendo hasta mi casa -unos dos kilómetros, más otros dos de vuelta- a por la papeleta …. llegué en tal estado de tensión, de nervios, de cansancio, que hasta tuvieron que asistirme unos compañeros …. de lo desmejorado que me encontraba. Aún así hice el examen y saqué buena nota, aunque casi me muero …. por culpa de una chorrada burocrática. He pasado exámenes con Castañeda, con Aznar y con otros profesores durísimos …. a la hora del examen …. estoy curado de espanto, porque era un espanto …. aún así sobreviví …. seguro que era lo suficiente adaptada y obsesivo como para superar esas pruebas, o estaba muy motivado por el hecho de ser considerado y poder hacer realidad mi sueño de estar en la universidad y ver la cara de mi padre, su cara de realización y de amor por mí ….. nunca la olvidaré …. haría lo que fuera por volver a verla, aún cuando está en mi corazón ….. y en mis imágenes interiores siempre ….. Era mucho para nosotros que yo estuviera en la universidad, que además, desde cuarto curso, fuera profesor ayudante y …. que llegase a ser licenciado …. Sólo siento que mi padre muriera antes de que pudiera verme como doctor …..»