Hay algo que falla en nuestras mentes cuando nos reunimos con amigos o con familiares, y entonces, comemos y bebemos muy por encima de nuestras necesidades, parece que inconscientemente «nos afectase verlos» y para no verlos y hablar con ellos, comer y beber de manera desproporcionada. Y el fallo en nuestro circuito central, se transmite al físico y en los días siguientes nos tenemos que pasar a boldo-manzanilla o similar para reponer las burradas que hemos hecho.
Siempre ocurre igual, pero si la fiesta es más fiesta, ocurre más. No espero pasar a la historia por una frase así, pero es así. Ahora me he hecho mi infusión y espero recuperar mi hígado de las tensiones -tampoco tantas, pero suficientes- de comer carne y beber vino y hasta cava off-limits.
La pregunta es por qué lo hacemos, y no tengo una sola respuesta. Hay un efecto imitación, nos animamos mutuamente; hay un efecto de comunión: «venga, tómate otra, por una más no te va a hacer daño»; hay un efecto de comprobación: «¿cómo tendré el hígado y todo eso?; hay un efecto de amistad: «venga, tómatelo por mi»; …. el caso es que ya el mismo día se notan los efectos, pero al siguiente parece «que nada está en su sitio».
Supongo que mucha gente acabará en urgencias de un hospital, y a otros se le reproducirán enfermedades a las que ha dedicado tal vez un año de cuidados intensivos y muchas medicaciones ….. siempre piensas, cuando estás así, un poco descolocado internamente, qué te podrá pasar, o que te pasará …. casi nunca tienes respuesta hasta que las des-composiciones se recomponen y tú te olvidas, una vez más, de lo bruto que eres y cómo podías haber tenido en cuenta tal y cual recomendación y ahora no estarías tan mal. Esas sensaciones también se cruzan con la prepotencia de pensar …. «bueno, nunca me ha pasado nada, sólo son uno o dos días y ya está». Pero lo cierto es que la acumulación de fiestas …. como ocurre en estas fechas, puede sobrepasar con mucho lo que podemos y hacer crash.
Valga esta nota en solidaridad con todos los que hoy tienen algún tipo de molestia, bien sea estomacal o intestinal o de esas indefinidas que uno tiene, pero no sabe de donde proceden. He dormido mal, sobre cargado, y eso que se dice siempre: «pues no he bebido tanto» ….. cosa que en mi caso es cierta, pero sí comí demasiada, y carne …. y guisada, a lo que no estoy acostumbrado. Echo de menos ahora no haber tomado una ensaladita …. que está tan buena …. en fin, «a lo hecho, pecho», y en unos días nos recuperaremos …. eso espero. Un abrazo y felicidades para todos.
Nuestros cuerpos y mentes no están tan suficientemente preparados como para resistir lo que le exigimos ….. eso está claro …..
Por eso yo hablo de fallo, porque el fallo está en nuestra mente.