«Por favor, dame un pequeño impulso». Hay que estar cargado de energía para impulsar a uno o varios …… El impulso siempre ha de ser pequeño. Si es muy grande, desequilibra tanto al que impulsa como al impulsado. Si requerimos mucho impulso es que no estamos por la labor. Es cierto que se precisa constancia en el impulso, pero una constancia razonable, tampoco exagerada. No confundamos impulso con hacerle las cosas a los demás.
Todos necesitamos pequeños impulsos en muchos momentos de nuestra vida. Animarnos, ayudarnos, impulsarnos, …… No hay nada como un grupo de trabajo para generar estos pequeños impulsos. Diríamos que el grupo esta siempre disponible para producir nuevos impulsos. Y los miembros del grupo de trabajo según se van acostumbrando a sus integrantes, y al grupo, más fácil les resulta tomar la iniciativa y dar esos pequeños impulsos. Si el impulso es grande, cae en un liderazgo, no siempre querido, ni casi nunca necesario -tal vez solo en situaciones muy criticas-. Si el impulso no se escucha, no se siente, a no ser que vaya acompañado de otros muy suaves, será difícil que cuaje y contribuya a la dinamizacion del individuo o del grupo.
Pequeños impulsos, eso necesitamos de manera permanente, pequeños impulsos. No nos hagamos completamente con el problema y queramos sacarlo nosotros solos, siempre hay otros que pueden ayudar, y cuando lo vean claro -cuando lo que se vaya a hacer tenga sentido tanto común como que sea razonable- es fácil que lo sigan. No olvidemos: no necesitamos grandes sacrificios, ni grandes apoyos, necesitamos pequeños impulsos. Un grupo esta formado por personas que continuamente favorecen la tarea con pequeños impulsos. Es como un reloj cinético …… por poner algún ejemplo.
«Dadme un punto de apoyo y moveré la tierra» decía Arquímedes. Era un tipo genial.
El impulso inicial es tremendamente importante. Todos lo sabemos, lo dificil que nos cuesta empezar …. luego, ya todo es mas facil, la inercia y la motivacion de la tarea, hacen el resto …. pero levantarse a las siete de la mañana, es decir, el impulso de levantarnos …. cuesta …. y luego, el impulso para empezar a trabajar …. tambien … y luego, el impulso para mover lo que se tiene entre manos y hacernos con ello …… Primero el impulso, luego la concentracion en la tarea, y …. luego …. una inercia que a veces es mas que la de Galileo, porque alcanza niveles mayores que las energias iniciales.
Sin embargo, hay dias en que el impulso inicial cuesta mas trabajo, mucho mas …. no todos los dias son iguales …. y por eso necesitamos del otro …. de los otros …. porque entre todos podemos forjar directa o indirectamente impulsos que hagan posible el salto cualitativo hacia el movimiento.
En innovacion tambien es asi …. precisamos de impulsos iniciales …. precisamos poner en marcha la maquinaria, pero no una vez, sino muchas veces …. porque la tendencia, como decia Aristoteles, sobre todo si ya has ganado la posicion …. es a acomodarse … y conservar la posicion. Precisamos de muchos pequeños impulsos ….. de distinta intensidad y tono, todos pueden ayudarnos en nuestra dinamica.
El impulso más importante es el del hambre y ese nos falta. No entiendo porqué nos empeñamos en movernos si tenemos comida y un alojamiento confortable.¿ No sería más lógico quedarnos completamente quietos? De esa manera nuestra energía no se disiparía. ¿O será importante que después de concentrar energía esta se disipe?; en tal caso podríamos quedarnos quietos hasta la muerte, entonces ya se disipará la energía.
¿Será bueno moverse? ¿Valdrá para algo?.