GM para los amigos, General Motors, era hasta hace un año y pico la mayor empresa automovilística del mundo y desde hacía mucho tiempo, casi desde siempre. Era el gran gigante de la industria USA del automóvil. Le quitó el puesto Toyota, pero lo peor no fue eso, sino que se lo quitó en su propio país. Tal era la dejadez, la jerarquización, la falta de organización y el atraso tecnológico de GM que ahora se da cuenta de que tiene que hacer coches que consuman menos, lo que se ha dado en llamar híbridos. Hace más de cinco años renunció a ellos, diciendo que esos no eran el futuro, ahora lo retoma, cuando su competidor, Toyota, lleva más de diez años fabricándolos y a un precio razonable. Al tiempo que su marca de lujo, Lexus los ha generalizado en todos los modelos. Es indudable el gap tecnológico entre GM y Toyota, que ha querido compensarse con un fuerte apoyo del gobierno USA a sus actividades, que habían conducido a una práctica bancarrota. Seguirán despilfarrando, porque ya han perdido el norte, el sur, el este y el oeste, y siguen erre que erre siendo una empresa automovilística antigua en su tecnología, excesiva en sus propósitos, y excesivamente norteamericana, cuando hasta el propio mercado esta dejando de ser norteamericano, y se va, poco a poco, haciendo más parco en sus consumos y en sus prepotencias. En fin, ahora anuncia que va a sacar un híbrido, el Volt, que costará el doble que el Prius, aunque como es propio de la cultura vigente y tan representativa de la forma de ser americana, lo anuncian con planteamientos sorprendentes que ya veremos si son capaces de materializar. Diez años haciendo coches híbridos es una gran ventaja, es la ventaja de hacer las cosas bien, de Toyota.

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2 comentarios en «Diez»

  1. Diez años en tecnología es un gap excesivo. Por ejemplo, en cámaras digitales se estima que Canon lleva a sus principales competidores algo más de un año de ventaja, que si es una ventaja recuperable, aunque difícilmente, a no ser que coincidan un conjunto de factores, muchos de ellos aleatorios, en un mismo momento.

  2. Me fio más de un coche que intenta mejorar que de uno que quiere revolucionar. Y la cuestión es simple, el que evoluciona sigue una línea de comportamiento, y sabe adonde quiere ir; el que quiere revolucioanr no sabemos adonde nos va a llevar e igual no nos lleva a ninguna parte. La mejora-evolución nos llena de aprendizajes; el cambio nos llena de dudas y las resistencias salen a relucir por todos los lados.

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