Es cierto. La gente desocupada no suele buscar con mucha intensidad trabajo, por lo cual está así: desocupada. Sin embargo, la persona realmente ocupada -no la figurativamente y que dice estarlo, pero es una defensa- siempre responde. Y esto nos conduce a una situación paradójica. En los espacios donde hay alguna gente desocupada, a pesar tal vez de ser muchos, sin embargo, les cuesta mucho esfuerzo sacar el trabajo adelante, porque está concentrado en unas pocas personas. Siempre ha habido personas que se «escaquean», a cualquier precio, y que se distraen con «la primera chorrada». Y otras que, en el fondo, disfrutan haciendo cosas, resolviéndolas, aunque eso les suponga un exceso de trabajo, pero tal vez no se sintieran tan bien si evitasen la responsabilidad.
Decir que el trabajo te cura, podría ser una frase bonita, pero sólo válida para una parte de la humanidad. Los otros ya están curados.
De todas formas, darle más trabajo al que ya está agobiado es una mala distribución de la carga e injusto. Tenemos que procurar más bien distribuirlo, y crear las condiciones para que los desocupados …… estén algo más ocupados. Tal vez se contagien de las virtudes del esfuerzo, o quizás, no.