Hay una cuestión que pienso que se olvida implícitamente en el discurso de los profesores: no percibimos que nuestro lenguaje, nuestro idioma en muchas veces muy distinto del que hablan los estudiantes.Y eso es muy importante a la hora del aprendizaje. Por eso, tal vez, se enseñan mejor entre ellos de lo que nosotros logramos enseñarles.
Bueno, es lo mismo que si uno de Bilbao tiene un profesor de Huelva o de Sevilla. El idioma dicen que es el mismo, pero ¿verdad que no se parecen? Poco, muy poco,aunque estructuralmente ….. y todo eso que se dice.
Total que entre ellos se entienden en general mejor, sobre todo, si ven que el otro les aporta cosas y lo hace con ese cariño que tenemos cuando llegamos a conocernos un poco.
Si un alumno se entiende mejor con otro alumno o con un conjunto más o menos de su edad y nivel de conocimiento; si uno de un barrio se entiende mejor con su colega, seguro que aprenderá más que si tiene que estar continuamente esforzándose en intentar comprender lo que dif´cilmente comprende, aunque alguna vez acabe haciéndolo. Los discursos muy académicistas no son buenos en las aulas …. duermen a la mayoría, y sólo a una minoría les ilusiona.
Si se trata por tanto de minorías, igual es mejor soltar un buen rollo académico, pero si se trata de mayorías ……
Para mí la eficiencia del lenguaje está en relación con lo que se comprende,y si puedo poner en comunicacion a varios alumnos y que trabajen y se conozcan entre ellos, consigo unos niveles de aprendizaje y de innovación altos. Y eso es lo que me interesa, y no que se aburran escuchando lo que no comprenderán jamás. Ah, y aún encima, si no lo comprenden, lo tengan que reproducir de memoria y no saber lo que están diciendo …… pero tener que decirlo y punto, como gustan decir en Madrid.