«Manifiestos para la Innovación Educativa» es mi último libro. Creo que ya dije algo el día que me lo dieron en mano hace unos días.

Ahora lo voy a hacer una primera presentación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Será el PRÓXIMO MIÉRCOLES, día 18 de noviembre, a las 13 horas en la Sala de Juntas (ya sabéis Campus de Somosaguas).

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Es una primera presentación porque en mi facultad es donde se ha desarrollado el núcleo del proyecto de innovación educativa en el que llevo metido desde finales de los setenta, más de treinta años.

Ahí inventamos y desarrollamos el Grupo de Colaboradores, ahí también montamos el Grupo Interfacultativo e Interuniversitario, ahí se han puesto en práctica las múltiples innovaciones que ha conllevado el proyecto y sigue, ahí es donde se montó el I Encuentro de Intercambio de Experiencias Innovadoras en la docencia universitaria, ya por el año 2006, y ahí es donde comparto con mis alumnos el espacio de aprendizaje, la comunidad de aprendizaje en la que aprendemos todos conjuntamente.

Estoy gestionando otra presentación saliéndonos del espacio universidad y proyectándonos hacia la sociedad. Creo que el libro aglutina no sólo un modelo de enseñanza muy innovador y necesario, sino que puede ser no sólo aplicado, al menos en su sentido global y pedagógico en muchos otros espacios, de los que nuestra sociedad está muy necesitada.

Lo cierto es que no nos damos cuenta, tal vez por no conocer otras cosas en otros sitios, lo que hacemos y como lo hacemos, y cómo se puede hacer de otras formas lo que intentamos hacer. Y es una pena, porque parece que seguimos refugiados en la barrera sur de los pirineos, y el aire no llega suficientemente intenso como para ir cambiando nuestras formas tradicionales de trabajar en los espacios educativos. En fin, el libro es para reflexionar, para leer, para debatir y para avanzar, sobre todo, para eso. A unos les puede servir como detonante, a otros como acompañante, y a otros como referente para mejorar sus propias formas de enseñanza. En cualquier caso, el libro está basado, empieza y termina, donde siempre teníamos que tener puestas nuestras miras y horizontes: en el alumno, en el alumno como ser maduro, al que nosotros ayudamos a serlo; en el alumno como copartícipe y recreador y a veces, creador de nuevas formas de hacer y de aprender; en el alumno que puede aportar su experiencia directa como antesala de nuestros proyectos o tentativas de mejorar nuestra forma de trabajo, en el alumno como ser humano, en el alumno como persona que quiere aprender, que necesita aprender, y que espero cada vez se conforme menos con aprender cualquier cosa y de cualquier manera, sino que vaya refinando sus demandas y obligando a profesores y sobre todo, al sistema a modificar substancialmente sus maneras de enseñar. Nuestros alumnos son nuestros mejores aliados. Gracias.

Roberto Carballo

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24 comentarios en «MaNiFiEsToS»

  1. En la presentación estarán conmigo el decano de la facultad y Omar de León, que me acompaña desde el comienzo de la experiencia de innovación educativa. También ha querido estar un alumno del año pasado ….. para contar su experiencia.

  2. Espero que haya una respuesta amplia por parte sobre todo del alumnado, pero también de los profesores ….. eso espero. Igual al final estamos solos en la Sala de Juntas. Esas son cosas que piensa el autor antes de hacer una presentación.

  3. El trabajo del libro es muy motivador. He trabajado con el análisis de necesidades basado en la experiencia de los alumnos, de su vida académica, he conseguido agrupar razonablemente sus necesidades y posiciones, y luego organizar algo que tenga sentido para dar respuesta a esas necesidades. En eso consiste el libro en enlazar necesidades y apreciaciones de los alumnos con respuestas posibles, pero no como respuestas parciales, sino respuestas que siempre mantienen un sentido de proyecto global.

  4. Pero lo importante es el método, of course, desde el hoy, el aquí y ahora, siendo el presente una consecuencia de la historia, y el germen de un futuro. Desde el aquí y ahora hacia otros aquís y ahoras.

  5. Manifiesto para cambiar, para innovar

    Hace casi dos años aseverando mi idea de que los cambios no son buenos en sí mismos, sino que las cosas tienen que evolucionar a partir de una reforma y contraste continuo, de lo que se ha dado en llamar mejora continua, aprendizaje continuo, formación continua.

    Parece que no, pero ha pasado “mucho tiempo” desde hace dos años, y ha aparecido nuevamente la idea de “change”, como ganadora de las masas democráticas, esta vez en manos de otro político de nuevo cuño, de Barack Obama. Esto no significa que las cosas vayan a cambiar, sino que necesitamos de esas imágenes para superar la continua frustración -y esta si que es continua- en que nos movemos, que finalmente acaba convirtiendo nuestras pequeñas neurosis en perpetuas y ampliadas un día sí y otro también. Que alguien nos proponga el cambio parece que “nos cambia”, y aunque no sea más que un placebo socio-político, pues funciona, funciona para inspirarnos nuevas alegrías y utopías.

    Saben mis lectores que no me gustan las utopías, me parecen fuera de contexto. Una cosa es tener horizontes, saber adonde queremos ir, y otra es idealizar lo que queremos hacer o llegar. Ese “change”, como el “cambio” de Felipe González o el mismo de Aznar, son idealizaciones, idealizaciones que sirven como marketing, que sirven al marketing político y que “producen” ganadores. Pero nadie nos va a dar el cambio que deseamos. Ni siquiera la lotería -supongamos que ganamos, y ¿en qué cambiamos?, para peor, porque nos acostumbramos a la suerte y esperamos que nuevamente “alumbre” nuestro camino, ¡chorradas!-, tampoco los mensajes políticos. Son, como dicen los psicoanalistas, “como si”: “como si pudiéramos tener cambios”, o hasta “como si fuera realmente posible el cambio”. Porque una cosa es lo que anhelamos y otra muy diferente lo que nos prometen y lo que es posible.

    Si queremos cambio, si queremos innovación, hay que currársela, hay que trabajarlo, hay que llegar a partir del autodesarrollo, del compromiso, de la responsabilidad, de la cooperación, del intercambio, del desarrollo de nuestras competencias, de nosotros mismos.

    Sólo nosotros podemos cambiar las cosas que no nos gustan. Los otros, como mucho, lo harán a su favor o en su favor, o se olvidarán de lo que nos han prometido. El cambio o es interior o no es cambio. Y a eso yo le llamo autodesarrollo o autogestión. Y ….. les aseguro, es más que posible.

    Sólo se requiere necesidad realmente sentida, voluntad, y método.

    La necesidad ha de vivirse, ha de ser en uno mismo, es casi preciso sentir el cabreo de lo que nos rodea, indignarnos, indignarnos con amplitud, sin ambages, o sufrir de la escasez, de la miseria extrema, de la pobreza de cosas y de espíritu, …….

    La voluntad sale del esfuerzo continuado, que nos hace enfrentarnos a las dificultades convirtiéndolas en oportunidades, de la superación -no para ganar a otros, sino para ser más uno mismo-, pero sobre todo, de una competencia actitudinal de primer nivel, el esfuerzo, el trabajo, el gusto por hacer las cosas bien hechas, la perseverancia en el propósito y sobre todo, saber que más que por nosotros, trabajamos para los demás, por los demás, por el otro, porque como dice bien Sabato: “es el otro el que nos salva”.

    El método se aprende a partir de la experiencia misma, o con ayuda de quiénes han llegado a él no sólo con la innovación científica sino y sobre todo, con el “know how” propio del sentido común, convirtiendo lo técnico y gnoseológico, en vital y experiencial, en un método que “nace de nosotros mismos”.

    Tres ingredientes a los que hay que sumar un cuarto, también muy necesario si se tienen los otros tres, y que a su vez supone una antesala de ellos, la sensibilidad. Yo la imagino en las yemas de nuestros dedos. Tenemos que sentir lo que ocurre, no sólo hacerlo cuando estamos impactados por la desgracia propia o ajena, sino cuando sentimos al otro, sentimos la “montaña de la pobreza”, como un horizonte que es preciso variar, que requiere de esfuerzo y trabajo y que no podremos conseguir nosotros solos, sino acompañados con la mayor cantidad de personas posible, sobre todo con aquellos que han de acabar superando los obstáculos actuales, los mismos que viven más intensamente esa escasez, esa miseria, esa injusticia.

    Porque no dudo que esa distribución es injusta, que las cosas no se distribuyen con igualdad de oportunidades, que existen muchas, pero muchas injusticias en el mundo, y que entre todos, tenemos que hacer un esfuerzo no tanto por superarlas, como por regenerar el tejido social y las personas y grupos que las integran y hacer posibles así múltiples y diversos espacios de vida, que llamaremos espacios de innovación, que nos permitirán a partir de la intercomunicación y de la cooperación, superar los problemas, abordándolos como problemas, sin evitarlos y mejorar el estado de la distribución de la renta y de los bienes para todos.

    Este también es mi deseo, pero no sólo es mi deseo. Es mi convicción de que es posible, siempre que sepamos movilizar/dinamizar y hacer autoresponsables a los grupos sociales que más intensamente necesitan modificar su “punto de partida”.

    Disponemos de método, ya testado y que funciona; disponemos de voluntad y ganas de trabajar. También es evidente que es el momento de cambiar las cosas, la indignación social, acentuada por la peor distribución que se derivará de esta nueva gran crisis económica y social, nos va a permitir movilizar a muchas conciencias para responsabilizarse de su propia emancipación económica y social. Y por supuesto, tenemos sensibilidad y experiencias como para saber, porque lo hemos vivido, que tenemos que hacer las cosas por los otros y para los otros, que nuestra mejor aportación será DAR, y que sólo dando, es decir, aportando a los demás lo que tenemos, será posible que todos nos des-alienemos de este sistema injusto, incapaz, explotador y excesivamente primario. No nos lo merecemos como seres humanos, no, no nos lo merecemos.

    Pero para cambiarlo, tenemos que movernos, que construir recursos asociativos y cooperativos, que fomentar los grupos no sólo de análisis y diagnóstico, sino también de acción, de action-research, de innovación permanente. Las cosas que consigamos serán primero para el otro, y luego también para nosotros mismos. Si todos actuamos en esa línea, las cosas serán de otra forma, y no necesitaremos más pensar en “changes”-mensajes políticos y despertar en nosotros lo peor de nosotros mismos, aquello que nos lleva a soñar en vez de a cambiar. Nuestros sueños serán perfectos si el cambio está en nuestras manos, y se hace solidariamente para todos.

  6. Esta primera presentación del libro en la Facultad fue muy gratificante, sobre todo por la calidad e interés de los participantes. Casi todos ellos quisieron y pudieron participar, aportando sus conocimientos y experiencias y las intervenciones fueron de un fuerte nivel emotivo, hasta en algún momento tuve la sensación de estar recibiendo un premio de esos que se dan cuando uno ya es mayorcito. Para mí, fué mucho más que un premio, aunque como siempre me hubiera gustado que hubiera sido más amplio, que durara más y que pudiéramos compartir juntos aspectos del libro, debatirlos y sobre todo, convertirlos en planes de acción para mejorar el sistema educativo. Mis Manifiestos podrían así, y tal vez sea lo que yo busco, convertirse en un Manifiesto, en un Manifiesto global, una plataforma para cambiar muchas cosas dentro del sistema educativo español. Aún así, se ha dado un paso más. Y se apreció el interés que suscitan este tipo de planteamientos. En ese sentido, me siento muy contento.

    Una cosa que no hicimos fue grabar las intervenciones …. ¡qué pena!, porque todas ellas fueron complementarias y dentro de la espontaneidad, de una gran calidad. Me impactaron todas, pero la de mi colega y amigo, Omar de León, me gustaría verla escrita, porque en sus palabras resultó realmente una perla, propia de su competencia y de su habilidad para transmitir su propia emoción. Así se lo dije, por favor, escríbela y haz una recensión del libro, ya que lo has entendido tan bien, y hasta haberme descubierto algún aspecto nuevo o perspectivas que estaban, pero yo no había hecho explícitas. Espero que lo haga. Aldecoa, nuestro decano, también improvisó un buen panegírico, que es de agradecer. Intervinieron tres alumnos, dos del año pasado y una de este. Y todos ellos se explayaron en expresar lo que habían vivido en mis clases, porque todavía no habían tenido ocasión de leer el libro. Y también participaron varios profesores de mi facultad y de otras, en un sentido de reconocimiento. Lo dicho, una especie de homenaje al autor. Lo importante sería ahora conseguir reuniones donde se lee el libro y se ven las posibilidades reales de aplicación, que están desde luego al alcance de cualquiera que se atreva, aunque indudablemente no todas y al mismo tiempo. Es curioso lo que me está pasando, pero no es la primera vez que me pasa ….. me voy enamorando del libro y estoy viendo cosas que aunque sabía que estaban ahí y están, realmente son tal vez más importantes de lo que yo podía creer. Fue lo primero que me dijo Omar de León, aunque no me acuerdo exactamente la expresión, pero si el sentido: este libro puede cambiar muchas cosas. El único problema es como hacer que la gente lo lea, que lo comparta, que sea una plataforma sobre la que debatir y construir futuro, porque ahí están los elementos para aportar muchas soluciones alternativas al sistema educativo español, para convertirlo en un sistema mínimamente moderno, y hasta innovador en el entorno en que nos movemos.

  7. Este es el resumen en su blog que hace una alumna de este año de la presentación del libro: Manifiestos ….. la reproduzco igual que ella la publica.

    EL MÉTODO NOS HACE LIBRES

    La frase preferida por Roberto Carballo.

    Y no faltó a la presentación de su libro «Manifiestos para la innovación educativa”, el pasado miércoles 18 en nuestra Facultad.

    Al acto acudieron el Decano y otros profesores como Omar de León, que nos relataron sus comienzos y anécdotas.

    Pero me gustaría destacar que también asistieron ex-alumnos (no muy lejanos en el tiempo) y actuales alumnos como Bárbara y la que suscribe este post.

    Tanto el profesor Omar como Bárbara (http://barbara-ladolcevita.blogspot.com/) y otros asistentes, hicieron su pequeña aportación a la presentación, bien fuese contando cómo son actualmente las clases de Sistema Económico Mundial, bien con los comentarios de quien ya había leído el libro en cuestión.

    Todos ellos señalaron las innovaciones metodológicas introducidas por el profesor: la rosa de los vientos, las “píldoras”, los blogs, las lecturas…

    Y a lo largo de la presentación, el profesor dejó caer varias de sus frases como “el método nos hace libres” o “se aprende más de lo diferente que de lo igual”.

    En el libro que presentaba, están recogidos 42 manifiestos que no son otra cosa sino que aportaciones de los alumnos que ha recogido durante los muchos años de su carrera. “Un libro por y para los alumnos”. Y el libro, en sus palabras, aporta sobre todo “sentido”, “aprender a aprender”. Y, es que, actualmente, en la universidad existe tal fragmentación que no motiva a los alumnos. “Reinventar a Einstein es más interesante que recitar su teoría”.

    El método nos hará libres, sí, pero el método no es universal, cada uno desarrolla el suyo propio.

    Yo también me voy a sumar a las felicitaciones por este libro y por el método por el que nuestro profesor ha optado por seguir: a lo mejor no aprenderemos nada de economía pero aprenderemos a aprender, no seremos loros de repetición.

    Desde aquí, invito a los profesores que tengan un poco de curiosidad a echar un vistazo por cada blog de los alumnos y el blog grupal y comprueben las maravillas de la innovación educativa.

    Publicado por Miss Alcón

  8. En lo único que discrepo de la crónica de la presentación, es la hipótesis de que tal vez no aprendan nada de economía, más bien aprenden mucho, y a través de su propia práctica. Gracias, Miss Alcón.

  9. Miguel Medina por su parte hace este comentario:

    «Manifiestos para la innovación educativa»

    El pasado miércoles 18 de noviembre tuvo lugar la presentación del libro «Manifiestos para la innovación educativa» de nuestro profesor Roberto Carballo, en la sala de juntas de la Facultad.
    Al acto acudieron el Decano de la Facultad, Francisco Aldecoa, profesores como Omar de León y alumnos y exalumnos del profesor Carballo.
    El libro es un conjunto de 43 manifiestos comprometidos por la enseñanza y la educación, extraidos de las diferentes vivencias y experiencias de los alumnos en los diferentes trabajos realizados en las materias impartidas por el profesor Carballo.
    En palabras del profesor Omar de León, es un «libro especial, poco común; es como si Roberto nos abre una pequeña ventana desde la cual nos podemos asomar al aula para observar el trabajo que realiza y cómo lo realiza; es un libro coloquial de fácil lectura».
    La obra se divide en dos partes; la primera enfocada a los principios y fundamentos en relación con los procesos de aprendizaje; y la segunda dirigida a los métodos y las técnicas, unos métodos aplicados a muchos temas, como por ejemplo, el método aplicado al grupo de trabajo.
    Cuando finalmente Roberto Carballo tomó la palabra, empezó dirigiendose al público asistente con un proverbio hindú que dice asi: «Con mis maestros, he aprendido mucho, con mis colegas, más con mis alumnos, todavía más». Acto seguido empezó hablando de su trayectoria profesional como profesor y de su experiencia en la enseñanza mediante la constante innovación y busqueda del cambio y progreso en la educación.
    Nos invitó a visitar la pagina web http://www.innovacioneducativa.net, en la cuál podemos ver experiencias de 14 profesores en el ámbito de la innovación de la enseñanza, que además se reunieron en tres ocasiones dichos profesores, en los años 2005, 2006 y 2008 para celebrar un encuentro de intercambio de experiencias. Según el profesor Carballo, «un profesor no tiene por qué ser un pedagogo, tiene que tener práctica universitaria, contacto con el estudiante», «se aprende mucho mejor con lo diferente, con eficacia. Cuanto mas heterogéneo es el grupo, mas se enriquece».
    Y es que las clases que imparte el profesor Carballo son diferentes a las clases que estamos acostumbrados a recibir los alumnos, ya que el profesor le da más importancia al trabajo en grupo; al contacto directo profesor-alumno; a la innovación mediante la técnica del blog, el cual es un proceso de desarrollo continuo, y a más aspectos que lo hacen realmente diferente y original.
    Finalmente, al concluir el acto, nos hicimos unas fotografías todos o casi todos los presentes como recuerdo.

    Publicado por Miguel Medina

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