Ayer era día de elección de horarios en la facultad, y me disponía a entrar dentro del recinto donde se hacía la elección, cuando me encontré con dos colegas en la puerta. Nos saludamos y uno de ellos me preguntó que hacía por allí, y le dije a lo que iba, y comentó: «claro, es el día más importante del año». Supongo que se refería a que si no puedes elegir el horario adecuado, lo vas a tener que «pagar» todo el año. El otro amplió la reflexión: «bueno, para mí el más importante es cuando terminan las clases». Quise decir que no ninguno de los dos coincidía con lo que yo pensaba, creo que lo bosquejé, pero como iban con prisa …. me fuí a mi reunión de horarios y ellos a lo suyo.
Pero ambos comentarios me han dado vueltas en la cabeza, sobre todo hoy paseando. No es que haya mucho que comentar, porque se comentan solos, pero desde luego nunca los he vivido así. La reunión de horarios es un momento molesto, pero que cuando llevas muchos años y tienes un status, es un trámite: sabes lo que vas a obtener. Me preocupa más que existan tantos profesores, algunos como éste de muchos años de dedicación docente, que disfruten cuando se terminen las clases. Yo más bien pierdo durante unos días el sentido de las cosas y me siento mal, porque me falta algo. Es más, normalmente busco y suelo encontrar alguna razón para «dar continuidad», bajo otras formas, a la red de interrelaciones que se ha fraguado en el espacio del aula. Afirmo que desde hace varios meses estoy deseando volver a empezar el curso. No hay ansiedad, hay necesidad. Aprendo mucho mientras me siento exigido por mi mismo y por mis alumnos, y me aportan mucho, me hacen reflexionar y me ponen en posición de montar nuevos retos y proyectos. Si tuviera que decir cuál es el día más importante diría que es el primero de mi próximo curso: Begin the beguine.
Siempre volver a empezar tiene mucho encanto, ilusión, búsqueda de lo nuevo en la ya conocido, en la experiencia, volver a formar. Hay varias canciones con esta letra, pero creo que la de Julio Iglesias expresa muy bien esa vuelta al inicio, aunque él parece que la relaciona más con un tema personal, podría aplicarse a cualquier situación de la vida.( ya sabemos que Julito es un poco romanticón)
Letras:
When they begin the beguine
Quiero sentir
las cosas de siempre
Quiero saber
si tú aun me quieres
Quiero volver a empezar
When they begin the beguine
Quiero saber
que fue de tu vida
Quiero saber
si todo se olvida,
para volver a empezar
Yo que siempre jugué con tu amor
hasta el final
Y seguro yo estaba que tú
aun me querías
Hoy al ver que ya todo acabó
que no daría,
para volver a empezar.
Día a día te hacías querer
un poco más
¿Quién me iba a decir que una vez
te perdería?
Y hoy al verme tan solo sin ti
que no daría,
para volver a empezar.
When they begin the beguine
Quiero sentir
las cosas de siempre
Quiero saber
si tú aun me quieres,
para volver a empezar.
«La importancia de llamarse Ernesto»
La única relación que se puede establecer con el texto y con esta simpática comedia de Oscar Wilde, si es que la conoces, es la caricatura de los comportamientos de la gente de esa época que ahora también son repetitivos, todos los personajes son cínicos en cierto modo,como en las reuniones de trabajo, en las relaciones con las personas ….siempre vuelven a empezar repitiendo la misma actitud.(supongo que te refieres a eso) En los temas de importancia, el estilo y no la sinceridad es lo esencial. El juego está en ocultar lo desagradable por muy verdadero que sea, defiende básicamente que «la ignorancia es como un delicado fruto tropical,si se toca, la flor se marchita»