¿Cómo se siente un padre cuando ve que su hija realiza un buen trabajo, lo presenta y es felicitada por ello? Pues muy bien, claro, orgulloso.
Os presento, aunque muchos ya la conocéis, a mi hija Eva. Nos hemos hecho juntos, y no es un decir, hemos aprendido mucho juntos. Para mí ha sido extraordinario compartir proyectos con ella. Siempre ha hecho un buen trabajo, a veces muy superior a lo que se demandaba. Tal vez por ser hija, tal vez por ser mujer, tal vez por ser madre, tal vez porque es mi hija. Seguro que ha sido un handicap para ella trabajar conmigo, en el sentido de que no ha tenido todo el papel que le correspondía, y aún encima «era mi hija». Sé lo que ha podido vivir porque lo he vivido yo también. Es estupendo que ahora tenga su carrera profesional enfocada, y que pueda verla independiente y que pueda sobresalir por sí misma. Me alegra la vida.
Simplemente decirte, que muchas gracias de todo corazón, que pienso que casi todo lo que soy y casi todo lo que sé, me lo has enseñado tú, y que si ahora alguien me fecilita por este trabajo, que he tratado de hacer lo mejor posible, es porque te he tenido como maestro.
Muchas gracias, Papá.
Nada me hace más feliz que ver a uno de mis hijos conseguir lo que merecen, cuando lo merecen tanto, como es tu caso.