Un pequeño corte de una entrevista de EFE a Stiglitz.
«EFE: Es sorprendente que la economía estadounidense siga creciendo, aunque lentamente, pese a la crisis financiera. ¿Cómo ve usted sus perspectivas?
Stiglitz: El desempleo ha subido, al 6,1 por ciento, y probablemente se eleve sustancialmente más. Esa es una de las razones por las que esto es sólo el principio de la crisis.
Nos dirigimos lentamente hacia un descarrilamiento económico que exacerbará los problemas financieros. A medida que los ingresos caigan, los precios de la vivienda bajarán más y habrá más desahucios, así que estamos dentro de una espiral y nadie hace nada para pararla.
Hay una probabilidad significativa de una recesión en los próximos trimestres.
EFE: ¿Cómo evalúa la situación actual de los mercados?
Stiglitz: La situación es mucho peor de lo que usted imagina, como demuestra que el mercado monetario casi se colapsara el jueves. Incluso gigantes industriales pueden afrontar problemas de liquidez ahora. Los problemas son muy graves. Es lógico que tras ocho años de mala gestión económica (el mandato de George W. Bush) haya esta falta de confianza».
Para Stiglitz la principal causa de la crisis es la guerra de Irak, que ha consumido tres billones de dólares, y además, añado yo, ha convertido en defensiva a la economía estadounidense, como si fueran contra lo que ocurre, contra corriente. La guerra está haciendo resentirse a su cultura emprendedora, en gran medida porque ha sido una buena forma de incrementar substancialmente la acumulación de capital y su concentración y centralización: el mundo militar-industrial produce beneficios medios más altos que en el mundo civil, y además, tiende a relajar, como ya he apuntado en otra entrada, a las empresas y a hacerlas depender de las acciones guerreras de su propio estado. Eso significa rebajar la potencialidad civil y convertirla en conservadurismo, lo que yo digo defensivo, desde todas las perspectivas. Y también, dada la elevación media de los beneficios y su falta de correspondencia con el esfuerzo realizado, que todo corra desmesuradamente, excesivamente, y todo el mundo quiera situarse en el mejor sitio, en el más cercano a la pajarera, lo que lleva a endeudarse más y a empeorar las posibilidades de recuperarse de los esfuerzos realizados. En fin, ese es el tema de las hipotecas, que al final tienen que acabar en formas perversas que acaban siendo prestadas en condiciones inadecuadas y fuera del contexto, pero que sirven para que muchos se hagan más ricos. Ahora, Bush y su gente, que entienden poco de depresiones y de su gestión y no las quieren aceptar, insuflan dinero y crédito al sistema pensando qeu pueden resolver el problema financiero con fondos del mismo tipo, y se vuelven a equivocar. Menuda le va a caer a Obama dentro de unos meses, menuda.