A través del ejemplo y la coherencia
(Innovación – Aldebaran Innovation)
En el mundo de la experiencia, el ejemplo es lo que subyace a la eficiencia del aprendizaje. Dar ejemplo o poner ejemplos significa que:
· Lo que se hace es coherente y correspondiente con lo que se dice, y
· Que lo que se dice tiene un correlato en lo real o se deriva de lo real, tiene sentido de la realidad.
En cualquier caso, estamos aludiendo a la correspondencia, a la coherencia entre teoría y realidad, o entre realidad y teoría, estamos confiriendo status de realidad a la teoría.
De ahí la importancia como factor de aprendizaje del ejemplo de quién lo promueve. Los profesores –o los padres o los políticos- han de ser ejemplo de lo que dicen; en caso contrario, su eficiencia es menor o hasta contraproducente, por incoherente y en cierto modo, perversa. No se puede promover lo que no se practica; y si se hace, es fácil que la eficacia social del mensaje sea bajo.
El ejemplo confiere sentido de la realidad a lo explicado. Esto es decisivo, porque diciendo esto, estamos enfatizando en la importancia vital de lo real y como se construye la ciencia: “la experiencia es la madre de la ciencia”, dice el refrán popular. O sea, que primero es la realidad y después la ciencia, el conocimiento
(Podíamos parodiar esta frase diciendo: que el ejemplo está antes que la teoría. Sin embargo, cuando se expone, cuando se hace un discurso, normalmente se empieza por la teoría, exponiendo lo más general, que se acompaña y contrasta con ejemplos. Eso es lo que acaba confundiendo, pues se acaba pensando implícitamente que al hacerlo así en el aula, la teoría es más importante al ir en primer lugar y además ser acompañada aquí por el ejemplo. La realidad en el discurso es que el ejemplo contrasta la teoría, pero esa es una forma posterior en las fases del conocimiento, la última, siendo las fases: análisis-interpretación-desarrollo-contrastación. Empezamos por la realidad (análisis) y acabamos en la realidad (contrastación). Solo cuando hemos comprendido exponemos, o sea que el ejemplo que aparece en el discurso se mueve en la fase de la contrastación).