Dicen mis críticos, los que tengo y los que me imagino, que escribo demasiado, y que «no da tiempo a pensar sobre lo que escribo» y puede ser cierto, en parte. Lo cierto es que, aunque por supuesto dedico tiempo a esto, me gusta escribir, me gusta reflexionar «hablando con mi pantalla y el teclado». Es más, cuando no tengo una pantalla y un teclado me cuesta más pensar en voz alta.
Innovación (Aldebaran Innovation)
Saben mis lectores que escribo directamente, que raramente rectifico algo escrito, excepto que sea por algún error ortográfico que detecto, una vez publicado en la web. Hasta muchas veces no releo lo escrito. Yo diría que la mayoría. No es una posición de prepotencia, es una posición de que como no sabría volver a escribir lo mismo, para qué voy a modificarlo. Así me pasa que algunas veces, el ordenador -que sin duda tiene vida- me hace la mala jugarreta de borrar lo que he escrito, y entonces, solo tengo la idea, pero las mismas palabras no vuelven, tengo que reescribirlo todo, que volver a escribirlo, porque aunque la idea es parecida, se va transformando según nuevamente voy reescribiéndola.
Una vez escrito, busco una imagen, un vídeo de youtube o algo que acompañe el texto y poco más. Lo cierto es que no planifico mi participación en el weblog, sino que más bien ocurre.
Tengo que reconocer que para mi escribir es terapéutico, y a veces cuando estoy tenso es la mejor forma de tranquilizar mi espíritu y mi cabeza. Y es cierto que cuando uno escribe parece como que los problemas se diluyen en lo que dice o expresa. Y además, los problemas escritos son menos problemas que los que no te salen «do pensamento». Pensar a veces es una actividad que produce problemas; tienes que «sacarlos» de ti mismo, y una forma es hablarlos, pero más eficaz es escribir, aunque no sea sobre esos mismos problemas. Cuando los hablas, siempre hablas sobre esos problemas, y el resultado puede ser más deprimente todavía. Pero cuando escribes, escribes de cualquier cosa, y «dejas a un lado» los problemas, los aparcas, y hasta a veces, empiezas a resolverlos, porque no tenían «tanta razón de ser» como creías mientras los hablabas o les dabas vueltas y vueltas en tu cabeza.
Muchas veces me lamento de no escribir mejor. Me gustaría atreverme a escribir algo, unos cuentos, una novela, algo más literario, pienso que sería una experiencia inolvidable y seguro que gratificante.
Lo peor de escribir no es escribir, sino esperar que alguien diga algo sobre lo que escribes, que te acompañen, que sepas que te leen. Tendríamos que tener alguna referencia los autores de la gente que nos lee, y los efectos de la lectura, el rechazo, la indiferencia, el enfado, la necesidad de expresar los sentimientos que esa lectura ha alterado …..
Es bueno que en un blog te escriban, te sientes bien cuando alguien se atreve. Los españoles no tenemos mucha experiencia en eso, entre otras cosas porque siempre queremos «salir bien en la foto», o nos autoconsideramos «tímidos». No es mi caso, pero sé por experiencia que es el de otras personas, porque yo también lo he vivido en otras épocas así. La envidia esta detrás muchas veces de esa timidez o falta de participación o pensar que hay que decir una «gran parida». Pero no es cierto. Los blogs nos sirven para expresarnos con libertad; no suele haber críticas totales o excluyentes, sino que todo el mundo quiere participar, y seguir haciéndolo, pero tenemos que acostumbrarnos a decir lo que sentimos, sin miedo, aunque una de nuestras mejores orientaciones sería que intentásemos controlar el primer impulso, que casi siempre es muy duro y hasta destructivo. Por eso muchas veces nos asustamos y no escribimos, porque hablar mal del esfuerzo que ha hecho otro, nos inhibe.
Pero si empezamos a pensar que todos podemos aprender unos de otros, y que los ahora silenciosos nos están «hurtando» la posibilidad de participar en un diálogo más cooperativo, más constructivo y más enriqueceder, tal vez cambiemos de opinión y escribamos. Pero no para valorar o para criticar, sino para aportar, para aportar nuestra propia experiencia, para contar algo que conocemos, y probablemente a otros les vendrá bien conocer; para sentirnos parte de un mundo donde el aprender y el enseñar es la misma cosa. Hago votos para que poco a poco caminemos en este sentido.
Y ….. gracias por aguantarme.
«Muchas veces me lamento de no escribir mejor. Me gustaría atreverme a escribir algo, unos cuentos, una novela, algo más literario, pienso que sería una experiencia inolvidable y seguro que gratificante».
No es necesario escribir mejor para atreverse a iniciar una novela o unos cuentos, creo que es una recomendación que te hice hace mucho tiempo y podría ser muy interesante para tí. Tu capacidad literaria cuando hablas de cosas personales es buena, por tanto, sería una reflexión escrita donde se reflejarían todas tus experienias vitales, creo que lo harías muy bien, sería una gran novela estoy segura de ello. Debes intentarlo.
Muchas gracias. A veces, tienes más confianza en mí que yo mismo. Te lo agradezco, pero no es tan fácil escribir, y a mi me falta algo, no soy bastante constante, me aburro enseguida, no soy tan perfeccionista como se requiere para escribir. Para hacer ensayos no estoy mal, pero para escribir algo que no sea estructurado desde la perspectiva académica, me cuesta. De todas formas, seguro que algún día de estos lo intentaré, y espero que pronto. El tiempo no es chicle.