Disfruté escuchando a un grupo de trabajo que había preparado en un programa que dirijo una presentación de tres libros, y que expresaba, como luego les dije, la síntesis final de todo lo que se había trabajado y de lo que se había aprendido a lo largo del curso. Y pensé en la importancia y en la satisfacción que produce en el participante una metodología action-research, de aprender haciendo en grupo. Releí mi artículo publicado en la web .net y para hacer atractiva su lectura, copié las conclusiones del mismo y a continuación las reproduzco, aunque no sean muy amplias. Siempre vale la pena, como decía uno de los autores analizados, «afilar la sierra», es decir, volver sobre lo que ya conocido, para encontrar nuevas determinaciones y matices.
Categoría: MINING Aldebaran
Cualquiera puede pensar que no vale la pena preguntar, sobre todo, de temas importantes y a personas «sin experiencia» (sic). Pocas personas preguntan a sus clientes o analizan lo que quieren. Sin embargo, los resultados cuando esto se hace, bajo el formato técnico-metodológico adecuado, suelen ser sorprendentes. Los «que no saben» o «no están cualificados», saben muy bien lo que dicen y como lo dicen. Este es un ejemplo. Le pregunté el curso pasado a dos grupos de alumnos de sociología, tercer curso, unos 20-21 años, en que pensaban que «los profesores habían de formarse o cambiar». El resultado, de forma sintética, y sin aditamentos interpretativos, está reflejado en el artículo que sigue. Y sinceramente es sorprendente -¿o no lo es?- que tengan tanta clarividencia sobre los problemas esenciales. Disfruten aquellos que piensan como yo que es conveniente preguntar, porque sabemos mucho más de lo que aparentamos. Si traigo esto aquí, es porque entiendo que preguntar y analizar es parte de un proceso regenerador e innovador que puede crear las condiciones de un cambio paradigmático en nuestros comportamientos básicos.
El capítulo cuarto de «Innovación y Gestión del Conocimiento» se centra en las herramientas, más que herramientas en los sistemas, de la innovación, coherentes con el modelo general y la metodología.
Hace años, cuando fuí la primera vez a Gran Bretaña a trabajar, me encontré con una práctica similar, a la que llamaban «briefing teams», que consistía, aunque había variaciones entre las empresas, en la reunión en pequeños grupos de los trabajadores de una unidad para difundir como iban las cosas, y recibir todo tipo de preguntas y propuestas para que fueran mejor.
El proceso de aprendizaje cuando es positivo y productivo es como una espiral que se va desarrollando, como las galaxias, hacia afuera. Me gusta observar una galaxia como por ejemplo la M81 o la Andrómeda u otras …. con esas formas que parecen abrirse -hay quien piense que se cierran, es cuestión de cómo queremos o deseamos ver. Así concibo el proceso de aprendizaje, como una espiral que se abre, una espiral que «vuelve» al norte, pero en un nivel más amplio, donde la reposición de conocimientos, ha ido calando en nuestro ser, y de esa forma también transformándonos internamente.
En último extremo, no hay auténtica innovación si no es endógena. Pero me preguntarán: ¿y con eso que quiere decir? Pues algo tan evidente como que las cosas se transforman a partir de uno mismo y de su entorno inmediato. Mi modelo, y sobre todo, la metodología que he desarrollado, tiende a pensar en términos de generar espacios innovadores que se desarrollan a partir de sí mismos. Con autonomía, con libertad relativa, con responsabilidad, con acción-investigación y proyecto, con el cuidado democrático y horizontal …… una serie de ingredientes explícitos o implícitos, pero en todo caso, hechos conscientes, que facilitan herramientas, métodos y sistemas para que los grupos se autoorganicen y se autodesarrollen a partir de sus propios recursos y posibilidades.
Acabo de recibir un regalo estupendo. Se trata de un trabajo serio, hecho de forma autónoma, a partir de lo que se ha producido en el aula, pero siguiendo pautas de autonomía y libertad, de autodesarrollo, un artículo sobre lo que es un grupo. Solo reproduzco una parte. El artículo es mucho más amplio. Un grupo de participantes se desarrollan grupal e innovadoramente en un espacio de aprendizaje ad hoc …. y después de analizar su propia experiencia y analizar y estudiar lo que eso significa escriben lo que sigue. Muy interesante lo que podemos conseguir con procesos de desarrollo endógeno grupal. Les recomiendo Teia da Vida y sus experiencias.
El cambio empieza por uno mismo. No se puede proponer cambiar si las metodologías siguen las mismas formas que lo que se critica.
La calidad es nuestro mejor horizonte. La calidad es un proceso complejo que parte de una “posición depresiva” (Melanie Klein), o dicho de otra forma, de la necesidad-escasez. Hacer calidad es posible si se piensa que “no se ha llegado”, sino que lo intentamos otra vez como si fuera la primera, y buscamos casi desesperadamente “hacer las cosas bien a la primera” (EFQM). La calidad no se consigue persiguiendo o controlando, sino sabiendo que todo empieza por analizar, por saber donde se está, y después, por compartir esos diagnósticos. En realidad, hacer calidad es como proyectarse desde la verdad que, como decía Gramsci, “es siempre revolucionaria”.
Innovar y caminar es todo uno. Se puede prever la experiencia, se puede planificar, se puede pensar, pero ….. hay que vivirla. Tirarse a la piscina, con flotador y con supervisión es la regla general. La experiencia es vital en la apertura de nuevos caminos. Cuando se trata de consolidar, son otras las prioridades. Cuando se trata de innovar, la experiencia es el primer e imprescindible paso.