Si hay un reto realmente importante en esta sociedad es lograr una educación alternativa, una en la que los profesores se hagan más oscuros y menos jerarquizadoa; los alumnos colaborando se propongan aprender entre todos y que las instituciones, especialmente el Estado y la Iglesia, dejen de intervenir y convertir todo en algo obligado para ser buenos ciudadanos y por supuesto, poder ir al cielo. El horizonte es que lleguemos a otros supuestos, a unos que se modifiquen las verdades, se conviertan en provisionales; se aligeren los presupuestos y dogmas y sdea posible sentir con libertad; y sobre todo, que nos dejen cooperar entre nosotros y creer sin dificultad que haciéndolo daremos pasos de elefante para mejorar nuestra sociedad.

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