1959-1980: el capital entra en la economía y sociedad españolas

En otoño de 1980 publiqué mi segundo libro: «Crecimiento económico y crisis estructural en España» es tu título y en él conseguí que publicasen los economistas que habían analizado con detenimiento toda esa fase tan interesante de nuestra economía.

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Recuerdo que se presentó en el Colegio de Economistas y el salón de actos estaba prácticamente completo y era grande. Un trabajo de tres años en directo, con una preparación de otros tantos, que me permitía introducirme en un tema que casi estaba vedado para el grupo del falangista Velarde, la economía española. Un discípulo de José Luis Sampedro escribiendo un libro crítico sobre economía española. Era una novedad. Hoy es difícil ya encontrarlo, porque hace años que se retiró del mercado por la editorial.

En ese libro, la recopilación de artículos y autores es excelente. Están todos los que tenían que estar. La estructura del libro tambien lo es y tiene no sólo un sentido científico, sino metodológico. Dentro de ese esquema, existían temas que no habían sido tocados o lo habían sido de forma muy superficial, ahí es donde incidimos los autores coordinados por mí y decidimos construir para los huecos que no acababan de completar el esquema central del libro. Yo participé con otros dos colegas en una buena introducción histórico-estructural, de antecedentes. Pero sobre todo con tres artículos que abordaban la explicación global de por qué las cosas habían sido como habían sido y no de otra manera, lo que podíamos llamar: las raíces explicativas de la estructura de la economía. Especialmente su difikcultad de crear empleo, tanto en catnidad (altos porcentajes de desempleo) como en calidad (mal empleo, aunque en la época actual es todavía mucho peor):; la explicación de las altas tasas de rentabilidad y de generación de desigualdad, que como hemos visto han ido empeorando la distribución de la renta y la riqueza. Y una proposición que procedía de un libro conjunto que tuvo el premio de constituir la base de varias tesis doctorales.

Fue un gran trabajo, aunque la envidia del sector Velarde que les costaba admitir que alguien de estructura mundial pudiera hacer un libro tan interesante, junto con algunas de las críticas que se vertieron sobre sus trabajos, dió lugar a una política persecutoria para que no se utilizase el libro como manual de apoyo en sus asignaturas. Al principio, fue muy utilizado, pero en tres años consiguieron sacarlo de ese mercado, gracias a que eran ellos los que solían impartir las clases sobre eocnomía española. Una acción persecutoria liderada por el Velarde ya citado y su delfín, García Delgado, que salía mal en mis crícias en el repaso de libros y artículos ya publicados y sobre ese período. No me lo perdonó jamás. En ese momento, me hizo daño, pero comprendí que si quería difundir y comprender tenía que decir lo que había analizado y pensado y me dije: «que le vamos a hacer» y a seguir mi camino.

En el libro participaron con sus artículos nada menos que mi maestro José Luis Sampedro, Enrique Fuentes Quintana que hacía poco había dejado de ser vicepresidente del Gobierno Suárez y había participado en la forja de los famosos Pactos de la Moncloa, y además, también un gran maestro, que tuve la suerte de conocer directamente, Xosé Manual Beiras, una de las mentes más lúcidas y profundas sobre España y Galicia, y uno de mis amigos y maestros más queridos, luego fundaría el PSG y más tarde renovaría el BNG y lo pondría como segunda fuerza política en Galicia y hasta compartiría el poder con los sociatas; Rafael Martínez gran recopilador y segundo eterno de José Luis; José Manuel Naredo con el que habíamos profundizado juntos y luego publicado separados buenos trabajos sobre la agricultura española y su proceso de capitalización; Julio Segura, el gran descubrimiento español, de dos promociones antes que la mía, y siempre aportando novedades y sus explicaciones; el mismo Ramón Tamames que había escrito y seguía reeditando su famosa «Estructura Económica de España»; Carlos Berzosa y José M. Vidal Villa representantes de mi generación, igual que mi siempre amigo Paco Alburquerque, o el mismo Miguel Boyer de Hacienda con Felipe Glez

También tenía su artículo seleccionado García Delgado, Lázaro, Bueno, Cándido Muñoz y otros del mundo de la cátedra de Juan Velarde

Igualmente participaron algunos compañeros de cátedra, como Paco Albell, Pérez Infante, Antonio Ramos, Temprano y Moral

Total fue un gran trabajo. De los cinco artículos que yo aportaba tal vez «Caracterización estructural de la economía española de los años sesenta-setenta (esquema descriptivo)» fuera el que mejor sabor de boca me dejara. No había ni hubo posteriormente muchos trabajos que intentasen comprender sintéticamente las raíces estructurales de la economía-sociedad española como ese intento.

El diseño del marco metodológico fue el que costó más, y luego lo más pesado hablar con los autores y pedirles y/o conseguir que dejaran republicar o escribieran sobre aspectos donde se les reconocía como especialistas. Algunos se abrazaron inmediatamente a la idea, pero en algunos casos, les costó ceder, bien porque no era su proyecto o bien porque querían cobrar cuando era un proyecto social en el que nadie cobraba y así fue. El que costó más fue Miguel Boyer que me tuvo pendiente de él durante dos meses, porque quería entender todo y especialmente, recibir una compensación económica. Se le notaba ya que estaba destinado a ser Ministro de Hacienda con Felipe González.

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