MODELO DE INNOVACIÓN: PRIMERA APROXIMACIÓN
Cliente aquí significa necesidad, o más claramente, NECESIDAD SOCIAL. Por supuesto, las empresas mediante marketing y publicidad pueden crear deseos que no necesidades. Se desea algo, el deseo es casi incontrolable, y se convierte en necesidad artificiosa. Vuelvo a repetir, en el modelo de innovación: La C de Cliente significa NECESIDAD SOCIAL. El análisis y comprensión de las necesidades sociales genera conocimiento, algo así como «qué necesitamos», también, «qué somos», dónde estamos. Y a partir del conocimiento, se pueden montar muchos proyectos. Los proyectos son los que nos llevan a la innovación, por su praxis, pero es la necesidad social la que nos pone en el horizonte de innovar. Si no hubiese necesidades sociales pendientes, la innovación sería una especie de lujo, y no habría muchas propuestas. La necesidad social, nacida de la escasez se mueve por el norte hacia el proyecto, en paralelo genera conocimiento y recibe la respuesta del proyecto de innovación, que a su vez transforma el marco de las necesidades sociales.
La necesidad social, derivada de la escasez, de la falta de algo necesario, se puede transformar en oportunidades si somos capaces de pensar, de comprender, de sistematizar, «de enfriar» la necesidad convirtiéndola en oportunidad, en posibilidad, en alternativa. De eso ya hablaremos, los pasos que son necesarios para hacer esa transformación. Sólo quería reflejar que eso circula por el norte, por el frío, por la sensatez, por la razón, por la racionalidad. Y una vez convertida en proyecto, éste se convierte en pasión, en calidez, en intensidad, en humanidad.
Todo esto ha sido publicado muy ampliamente en mis libros: «En la Espiral de la Innovación» e «Innovación y Gestión del Conocimiento», libros poco leídos, es una pena para quiénes no los han leído, porque reflejan muchos años de experiencias directas y transformadas en conocimiento por un investigador, como es mi caso. Además, un investigador que escribe para todo el mundo, como si hablase. Es una pena que no se hayan leído más. Y sobre todo, que no se hayan aplicado los métodos innovadores que se contienen en ellos.
Otras veces, la mayoría, en las organizaciones e instituciones, se deja que saber dónde estamos lo haga un departamento o un servicio de estudios o un individuo que se le da bien eso de analizar, y le preguntan, pero no es así. Ese diagnóstico puede servir para un mundo académico, si el que lo hace tiene nivel, pero nunca para un mundo vivo en el que participan tantas personas y todas ellas tienen una parte del conocimiento que nos permite saber dónde estamos. Claro, el gran problema en este mundo de supermen es justo ese: el exceso de liderazgo, la necesidad de líderes omnipotentes, la formación de señores puestos encima de una columna e impartiendo futuro. Un rollo y fracasan, y si no se nota tanto el fracaso es que la mayoría dfe las organizaciones están fracasando, y entonces, al final queda la que lo hace algo mejor dentro de lo mal que lo hacen.
Con un poquito que se haga bien, ya se gana a la competencia. Y con ese poquito, es evidente, que NO LO HACEMOS BIEN, y ¿por qué? básicamente porque no se piensa, no se genera conocimiento sobre lo que es, lo que somos, dónde estamos, y consecuentemente, nuestros planes son simplones y el azar juega un papel extraordinario en que funcionen o no, porque tienen pocos fundamentos.
No damos la importancia debida a CONOCER. El conocimiento en cualquier tipo de organización tendría que ser el centro y lo más valorado, y sin embargo, lo primero que se recorta en el presupuesto es la formación y el desarrollo de personas. ¿Paradójico, eh? Más que paradójico, LAMENTABLE: un mundo sin futuro, como el de los recortes del tonto de Rajoy-Guindos-Montoro.