El libro II de la tetralogía en que estoy envuelto ha sido terminado y se titula: PROCESOS Y MÉTODOS. De la luna nueva a la llena dentro de la serie METODOLOGÍA DE INNOVACIÓN Y APRENDIZAJE (MIA). Este trabajo pivota sobre cuatro grandes variables innovadoras en los espacios de aprendizaje: acción, grupo de trabajo, método científico y blogs y redes. Contiene unas conclusiones de casi cincuenta páginas sobre las propuestas del libro, una introducción de otras cincuenta sobre las cuestiones previas y recomendaciones a los profesores, y un prólogo.
Nuestro trabajo tiene un formato en espiral que podemos representar de muchas maneras, pero que en este prólogo y para dar una idea general lo representaremos como se ve en el gráfico.
«En primer término, en una primera aproximación básica, pero simplificada.
La acción, entendida en un sentido amplio (acción-investigación, acción-búsqueda, acción-experimentación, acción compleja) se vincula inmediatamente, sin pausa ni segundo,
al proceso investigador, que reflexiona, que aprende del error, que rectifica, que provee de proyectos mejorados,
dando lugar al aprendizaje global, el derivado del análisis y comprensión del acierto o del error.
Si hacemos más complejo el modelo de actuación y en vez de hacerlo individualmente, atacamos el problema grupalmente, en grupo de trabajo, entonces se hace viable un paso más de aprendizaje, de acción y de investigación,
todas combinadas en lo que llamamos innovación, es decir, hacer las cosas mejor con lo mismo o las mismas cosas ahorrando parte de los costes ambientales o sociales.
Una vez aprendida esa metodología de hacer y de transformar mediante la acción, el grupo y la investigación, es fácil llegar a la auto-reproducción ampliada, es decir, a un proceso de auto-aprendizaje continuo».
Esto es un mínimo trocito del prólogo, donde se habla de la espiral del aprendizaje y se expone.
Estos son las cuatro variables centrales del modelo de desarrollo del aprendizaje y que trato en el libro II. No son las únicas, pero me he concentrado en esas cuatro.
He empezado por el método científico y cómo se puede incorporar paulatinamente en los procesos de aprendizaje. Hay muchas fórmulas para que los niños piensen mejor, analicen todo, incluidas sus situaciones, y las comprendan y a partir de ahí puedan plantearse proyectos u horizontes para sí mismos o para grupos que constituyan. Ese es básicamente el capítulo primero.
El segundo lo dedico a los Blogs, ¿por qué? porque en los últimos diez años los he utilizado intensivamente como complemento o suplemento «alimentario» del aula y de la continuidad del aprendizaje y con resultados espectaculares, y dando continuidad a otros quince años previos donde utilizaba algo más manual como eran los diarios de aprendizaje.
El capítulo tercero lo dedico al grupo, al grupo operativo de trabajo, fórmula hiper-democrática de participar, y que aquí tiene su practicidad en todo el curso que desenvuelvo, pero sobre todo y en concreto, en la formación de Grupos GAIA, de Acción-Investigación-Aprendizaje que se pueden forjar como el centro de nuestro trabajo en el aula.
El capítulo cuarto se centra en la Acción y en sus ventajas aplicada en un espacio de aprendizaje. Tirarse a la piscina desde el primer momento es casi mi lema y sobre el se organiza mi modelo de innovación y aprendizaje (MIA) del que estoy escribiendo. La acción normalmente nos conduce a la diversidad y a comprenderla y también a la transversalización de las cuestiones, sean temporal o espacialmente. En fin, es un capítulo muy intenso y con muchas posibilidades porque si hay algo realmente débil en nuestro sistema educativo es la practicidad y la acción. Nuestros estudiantes están excesivamente «paralizados» en sus pupitres.
Esas son las cuatro variables que aparecen en el gráfico ….. todas ellas interactuando, en interrelación permanente, por eso, no es fácil saber cuál es más importante y cuál menos, aunque yo entiendo que debido a la debilidad estructural de nuestro sistema educativo, sea universitario o no, en participación y en practicidad, el Grupo y la Acción vienen a ser las variables centrales del modelo. Pero las otras dos no sólo acompañan, sino que acrecientan las posibilidades del mismo y sobre todo, les dan solidez. El método científico confiere solidez a lo que toca, e igual ocurre con fomentar las interrelaciones y la intercomunicación en formato blog o red. Si no las usamos, estamos perdiendo muchas oportunidades de forjar un modelo de innovación y aprendizaje más avanzado.