Pensamiento ¿independiente?

5d0b1cfabd2a5fdc6604277221339cbb.jpg

El pensamiento independiente está limitado por el conocimiento que se tiene de lo que nos rodea y de uno mismo.

Nadie realmente es libre, o al menos, nadie se siente siempre libre, sino sólo vive momentos de libertad. Crear esos momentos, construirlos desde uno mismo, desde tu ser se basa en conocer, conocer, conocer y conocer, o lo que es lo mismo, aprender, estudiar, aprender, leer, aprender, experimentar, aprender, seguir la rueda espiral.

Pero no lo duden, pensar libremente tiene unos límites, los que tenemos nosotros mismos, los que hacen que no lleguemos a todas las esferas del conocimento, que no seamos capaces de darle una explicación global con sentido, que no conozcamos o se hayan perdido varias piezas del puzzle.

Aún así, la voluntad y la esperanza de llegar algún día, nos motivan a desarrollar pensamiento independiente, y no cejaremos en el propósito hasta que seamos conscientes de que no vamos a alcanzar al horizonte. Moriremos en el intento de ser, y de alguna manera o a nuestra manera, seremos.

El esfuerzo por conocer, el trabajo de experimentar, … son entre otros inputs posibilistas que continuamente renuevan nuestro pensamiento. Cuando uno lee a un autor, DIALOGA con el autor y ese diálogo conlleva rememoraciones, recuerdos, cosas transversales que nos han pasado y que ahora vuelven a estar presentes. Es un gran trabajo que acerca la nueva vivencia o teoría o modelo o sentencia de lo que se está leyendo, con lo que uno pensó, pensaba o piensa. Esta interrelación, como otras muchas interconexiones, transversalizan lo que ya hbíamos vivido y lo que estamos viviendo, y van apareciendo -aunque no es automático- nuevas formas de acercarse al tema, nuevas consideraciones que nos hacen más libres y en cierto modo, más grandes, en la pequeñez de nuestro pensamiento.

¿Pensar con libertad? Depende, depende. Pero, ¿cual es la variable más importante para acercarse a pensar libremente? Sin duda, nuestro conocimiento, nuestro esfuerzo por conocer. Sin conocimiento no hay pensamiento, ni por supuesto, libertad de pensamiento. Es nuestro esfuerzo, siempre renovado, en saber más y más, lo que nos lleva a seguir pensando y libremente. Y no se olvide que hablamos de pensar, no de expresar, ni tampoco de discutir, ni de ….. Pensar es el objeto de esta reflexión. Es que si no pensamos libremente, no actuaremos libremente, por lo que la acción emprendida tendrá mucho que ver con el grado de liberación alcanzado en el pensamiento.

Y no podemos ser unos ingenuos …. sabemos que sabemos poco, en realidad, como parece que decía Sócrates, como mucho, sabemos que no sabemos nada. Pero aún así es tan maravilloso aprender, está tan enraizado en nuestra propia libertad, que podemos seguir descubriendo y redescubriendo, leyendo y releyendo, haciendo e investigando, …. como decía la canción «toda una vida»​. Y esta claro que la vida es demasiado corta, pero aunque llegase a durar para siempre, seguiríamos siendo nada más que aprendices, aprendices de aprendices.

Por otra parte, aprender es empezar a cambiar el mundo. Y no digo más porque me enrollaría demasiado, como siempre.

¿Cuándo nos decidimos a cambiar el mundo? Venga, que quedan pocas plazas para el otro mundo.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *