Blogs y aprendizaje

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Hoy estaba escribiendo sobre los diarios de aprendizaje, y en concreto, sobre el que vengo utilizando en los últimos diez años: los blogs, Y releía un libro que había leído por primera vez este verano cuando estaba en Fortaleza, «La ciencia de Leonardo. La naturaleza profunda de la mente del gran genio del Renacimiento», de mi admirado Fritjob Capra. Hacia las páginas 100 del libro, se extiende sobre la «bottega», que era un diario de aprendizajes que mezclaba las experiencias de arte, de tecnología y científicas y que Leonado da Vinci lo llevaba a instancias de su maestro Verrocchio, y donde se han descubierto muchas de las cosas que intentaba el gran maestro Leonardo. Un antecedente más de mis diarios de aprendizaje, y por supuesto, de mi blog de blogs.

Definitivo: se aprende lo que se ve, sobre todo, si es a un padre o una madre, a un familiar cercano o a un profesor o maestro. Por supuesto, también, y aún más, se aprende lo que se vive: se aprende de la propia experiencia, sobre todo, si se comprende lo que ha sido y se aprende de los errores que uno ha tenido … mucho más que de los aciertos y/o éxitos.

Segundo y complementario del anterior: la teoría es lenta para enseñar …. se necesita verla muchas veces y veces hasta se memoriza sin realmente comprenderla. Sin embargo, el ejemplo es plenamente eficaz para aprender, y nada menos que lo dice el gran romano Séneca.

Tercero: las palabras, como dice el refrán, se las lleva el viento, y sin embargo, en el modelo de enseñanza es lo que prima, la palabra del «cátedro», que realmente es el que ocupa «el púlpito», porque cátedra y púlpito -si el de los curas- es lo mismo. Esta uno diciendo algo y los gestos hablan de otra cosa, y uno aprende lo no-verbal. Lo verbal queda escondido tras lo no-verbal.

Cuarto: la palabra no es antes que la experiencia, sino que nace de la experiencia, y quién no comprenda esto, no entiende ni la palabra ni la propia experiencia. Esto último es para pensárselo mucho, a la primera no se entiende bien …. pero a mí me gusta hacer reflexionar, ya sé que no es muy buena táctica para tener seguidores, pero a mí realmente no me gustan los seguidores, sino los que piensan, los que reflexionan, los que añaden algo a lo que se ha dicho.

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