«Conocí» a Bertrand Russell en 1968, fue a través de «Lógica y Conocimiento», un reading que tradujo Javier Muguerza para Taurus. El libro había sido publicado en 1956. Me supuso un gran «shock», entre otras muchas cosas, porque muchos de los ensayos eran «chino» para mí. De todas formas, absorbí lo que pude, y comprendí que tenía mucho camino por recorrer hasta entender, no sólo a Russell, sino al legado que habíamos recibido.