Innovación organizativa
Las formas organizativas son las que definen finalmente el sentido y el orden de las organizaciones y de la vida, en general. Esta no es sólo una cuestión técnica o tecnológica, sino más bien, social, de perspectiva y sentido social.
Sociedades basadas en el individualismo configuran formas dominantes más o menos jerarquizadas y donde unos llevan la voz cantante y otros hacen de coro griego, o de coro de estribillos. Si la sociedad es algo, o llega a ser algo, no es precisamente por ser una suma de individuos, sino una síntesis, una integración, un modelo, unas formas diferentes y sobre todo, sociales, de abordar los problemas.
Disponemos de experiencias, altamente enriquecedoras, de organización social basadas en el grupo y el la colectividad. Las cooperativas son un ejemplo. También algunas ONGs. En España disponemos de un gran ejemplo de cooperativa, podíamos decir “de la gran cooperativa”, se llama Mondragón (MCC). Sólo hay que profundizar en muchas de sus empresas para comprender lo que eso significa organizativamente y desde un punto de vista innovador, en el más amplio espectro de la palabra. En estos posts ha sido tratado más de una vez el tema de Mondragón o de alguna de sus empresas, como Irizar o Fagor u Otalora, por citar algunas que me vienen a la cabeza espontáneamente. Las formas grupales y cooperativas son otras formas diferentes de trabajar y de vivir, de convivir; hacen normalmente referencia a ese tercer gran palabro, nacido de la revolución francesa, “fraternité”, fraternidad, que contribuye a una igualdad desigual, pero equitativa.
Pienso que si hay un sentido de la evolución y de la dinámica de la innovación organizativa es el camino a recorrer entre el modelo jerárquico hasta el modelo grupal o cooperativo. Y ese camino suele estar plantado de “autodesarrollo”, es decir, de iniciativa-responsabilidad-necesidad, todo como un bloque y hecho con otros. De esto también se preocupa mi modelo de innovación, de cómo caminar desde las posiciones organizativas jerarquizadas hacia otras más “fraternales” y solidarias.
Un paso intermedio es lo que llamo Dirección Innovadora, que sirve para entrenar a los directivos y ejecutivos en formas nuevas combinadas de trabajar confiando, haciendo trabajar, compartiendo, mejorando, ……. Son formas que están emergiendo, que primero nos “han llegado” en formatos muy tecnificados, pero que ahora hay que ir dándoles sentido social, sentido humano, sentido para conseguir satisfacción y seguir siendo eficaces.