Para pensar es preciso desarrollar metodologías de pensamiento, de razonamiento, aquellas que nos van a permitir analizar en libertad los hechos conocidos y posicionarnos ante ellos, decidir y por supuesto, hacer, porque hacer por hacer, o en función de ideas preconcebidas suele acabar por ley de probabilidades en fracaso, y un fracaso si no se analiza bien, si no se ha desarrollado mètodo de pensamiento, acaba en otro fracaso. Por tanto, lo más importante para aprender es aprender a vivir y aprender a pensar, a analizar, a conocer. Un poco de libertad nos facilita el camino, pero no será fácil porque lo normal es que nos estén condicionando todos los días con límites a veces razonables, pero otros incomprensibles, pero impuestos por los que tienen más miedo de «tu libertad».
Aprender a pensar, es aprender a vivir, y hay que vivir -igual que hay que gobernar- para saber vivir o intentarlo, o para saber gobernar o mejorarlo. Pero en el fondo, no lo olvides, que no te dén gato por liebre: aprende a pensar por tu cuenta. Y para ello, si encuentras un padre-madre que sabe y te lo enseña a partir de la práctica, bien; si te encuentras con profesores que te ayudan a avanzar en el desarrollo de tu propio pensamiento, bien; si encuentras en tu grupo de amistades, gente que te acompaña en el proceso, o que te aporta cosas, bien; …. pero no lo olvides: lo esencial es aprender a pensar por tu cuenta, que tú seas tú, y tengas un buen criterio -no el mismo criterio que otros, un buen criterio-, y ese criterio te llevará casi ineludiblemente a optar por posibilidades que encaucen tu hacer, y tampoco lo olvides: si no pones en práctica tus decisiones, sólo serán fuente de frustraciones -no vale de nada que tú ya lo hayas visto o dicho, sino que tengas experiencia de haberlo hecho-. Por tanto, A LA PISCINA, y ya aprenderás tirándote a la piscina y mejorando tus métodos de análisis, de comprensión y de conocimiento, según tus experiencias puedan ser analizadas por tí mismo, o en grupos cercanos.
No lo olvides: A LA ACCIÓN YA. Luego no te quejes si no has participado o no has hecho. La acción es lo que cambia las cosas. Las cosas pueden estar más fáciles o más difíciles de cambiar, pero ellas no cambian solas, o si cambian puede ser que no te guste los cambios en que han derivado. Participa. Tírate a la piscina de la acción y según haces, aprende, ya que esa experiencia vivida es la madre de la ciencia, del conocimiento.
Hoy, la cuestión es pensar que es más conveniente para cada uno y para todos. Decidir y si puede ser, no arrepentirse por habernos equivocado de elección. Si eres de izquierda sólo puedes votar a Unidos Podemos o al PSOE, con la esperanza de que se alíen, sean coherentes y al menos, pongan en marcha algunas de las cosas que quieren hacer, aunque claro eso dependerá de lo que hayan recibido en votos los de derechas, y si les van a dejar hacer o no.