Libertad

“Esta alma sosegada y moderada en el curso ordinario de la vida, se convierte en ardiente y fogosa cuando se trata de defender a los oprimidos o de defender lo que aún le es más querido: la libertad de los hombres…” Mademoiselle de Lespinasse hablando sobre Condorcet

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7 comentarios en «Libertad, ¿dónde?»

  1. La Humanidad para Condorcet había caminado hasta su época por diez pasos o etapas:

    1. Los hombres se agrupan en poblados.
    2. Descubrimiento de la ganadería.
    3. Descubrimiento de la agricultura.
    4. Invención de la escritura alfabética.
    5. División de las ciencias en Grecia.
    6. Alta Edad Media (hay un gran retroceso).
    7. Las dudosas Cruzadas, que contactan con Oriente.
    8. Invención de la imprenta, como motor de civilización.
    9. Las ciencias y la filosofía modernas proponen una cosmología nueva.
    10. La visión utópica tras la Revolución francesa, de un progreso continuado.

  2. 1. Los hombres se agrupan en poblados

    Esto me dice muchas cosas …..la primera y más importante es que hasta que somos sociales no somos. o traducido al mundo actual, ser un personaje típico del mundo capitalista, especie de super-héroe que camina egoista y solitario, tiene poco que ver con nosotros, que somos seres sociales, socializados o socializables, y que ganamos (si, ganamos) con los otros. El centro de todo ser humano es el grupo social, y según Condorcet lo primero que tenemos que considerar como humano: ser grupos o poblados, agrupados, socializados.

    Antes, no hay humanidad; después, se empieza un camino, que favorece la fraternidad y a través de ella, la igualdad y la libertad.

  3. La ganadería está antes en el tiempo que la agricultura, y es una actividad menos humana, aunque en su momento nos «humanice» y facilite nuestros encuentros, no siempre amistosos. El ganadero lo es porque es «un nómada» recalcitrante, alguién «sin tierra», en la que toda la tierra es suya, y no se pueden poner límites a sus ganados trashumantes y que acompañan las correrías, casi siempre guerreras, de sus propietarios. La ganadería y sus inicios está muy vinculada a la guerra. Aún hoy en día vemos como los pueblos que no «han pasado» el nivel de «básicamente ganaderos», siguen siendo escenarios contínuos de guerras civiles o regionales o mundiales. Pueblos de tierras pobres o empobrecidas, desiertos o cuasi-desiertos, con cabras, ovejas u otros ganados similares (la vaca es más avanzada, casi conlleva la «pacificación» del que la cría y desarrolla; el cerdo es igualmente no trashumante y excluido de culturas y hasta religiones por su «incapacidad» para seguir su ritmo de continuo tránsito de un lugar a otro). El primer ganado es el que se puede llevar de un sitio a otro, y hasta caminar al ritmo de los caballos y de las lanzas. Muchos pueblos siguen siendo predominantemente ganaderos y siempre han demostrado una gran capacidad para la guerra. Puedo poner muchos ejemplos, pero pensemos en los mongoles, o en los afganos o …….

  4. 3. Descubrimiento de la agricultura.

    El mundo ganadero es un mundo de hombres. El mundo agrícola y en cierto modo, recolector, es un mundo de mujeres. Son ellas las que necesitan establecerse, ubicarse, localizarse, enraizarse en una tierra. En los pueblos ganaderos, la mujer «no es» o «sólo es un complemento» hasta prescindible. En un mundo agrícola, la mujer va siendo el centro del universo humano. Eso conlleva menos conflictos y guerras, más «buena vida» (sólo hay que conocer un poco a los «gordos» y «sexuales» etruscos, para darse cuenta de lo que digo: gorditos, cachondos, mujeres bien alimentadas, auténticas Rubens de siglos antes de J.C.; o de los celtas «escapados» hasta los «land-end» europeos; o los mesopotámicos, siglos antes. La agricultura conlleva o lleva al «bon vivant», a la estabilidad y a los primeros excedentes sociales, y consecuentemente, a la diversificación de actividades productivas y así al enriquecimiento cultural y social.

    La parte contradictoria de ese «bienestar» es que la abundancia acentúa el egoismo de muchos, que a través de la religión, la política y la corrupción, acaban apropiándose de los bienes de los productores y construyendo nuevos imperios con la excusa -muchas veces, justificada- de defenderse de los «ganaderos» y guerreros que les envidian su ociosidad y hasta su sexualidad compartida entre mujeres y hombres.

    La agricultura no sólo genera excedentes y por tanto, estabilidad y buen vivir, sino que «domestica» a los que la construyen, los «femeniza», los hace tal vez menos «brutos», y menos deseosos de lo de los demás, y en consecuencia, menos dados a la violación, a la guerra y a la exterminación de los otros. Esto ha sido muchas veces causa de que los «agricultores» hayan ido «perdiendo» posiciones y tierras, también nivel de vida, en favor de los más agresivos y explotadores. El mismo sistema capitalista actual representa bastante literalmente lo que significa la ventaja de la agresividad-competitividad sobre el buen vivir, la comunidad y compartir.

    No me extenderé más sobre esto, aunque considero que no sólo fué un paso extraordinario hacia formas civilizadas, sino que su pérdida relativa de poder en los mundos hoy dominantes, es expresión de las tensiones continuas en que nos movemos y las discriminaciones y desigualdades que cada vez están más acentuadas.

    No olvidemos que USA, hoy todavía dominante desde el punto de vista de los armamentos y la guerra, es un país típicamente ganadero, donde la agricultura más dominante es extensiva, es decir, cultivos de cereales o productos vinculados a procesos muy tecnológicos y relacionados con la alimentación del ganado, como actividad que sigue muy presente en su cultura (si miramos para California, vemos que la agricultura intensiva se ha desarrollado de manera significativa, al menos en las zonas más costeras, y eso ha conllevado haber sido líderes de innovación social y tecnológica durante muchos años y aún ahora).

  5. 4. Invención de la escritura

    ¿Dónde nace la escritura? En pueblos ganaderos o en pueblos agrícolas. Sin duda, en estos últimos: China, Mesopotamia, Egipto, las grandes culturas que «llegan» a la agricultura, son las que también llegan al signo y a la escritura, en algunos casos, casi en todos, convirtiéndola en arte, o naciendo del arte. Los grandes ríos chinos, Tigris y Eufrates, Nilo son las cunas de la civilización occidental y ahí, bajo diversas formas, es donde se «construye» ese gran paso de la humanidad que es pasar de lo oral a lo escrito, por supuesto, sin perder la tradición oral. Al principio, la escritura es de unos pocos, pero luego, la imprenta y hoy en día internet la han llevado a casi todos. La escritura construye la memoria social, permite aprender sobre lo ya aprendido. Es muy grande Condorcet cuando es capaz de delimitar este cuarto campo de desarrollo como humano, porque ahí están muchas de las claves de lo que hoy somos. Hoy «perder la memoria» o no recordar, es grave para quién le ocurre, una enfermedad terrible, un alzheimer que nos paraliza. La escritura nace para que no vayamos en círculo, sino en espiral, para que a cada fase o paso no nos encerremos, sino que aprendamos de lo que otros o nosotros hemos hecho para llegar hasta aquí. La escritura crea condiciones para anular la dimensión circular y facilitar el crecimiento, hacer viable la superación y construir sobre lo ya conocido, sin tener que volver a inventar otra vez todo lo anterior y no tener tiempo para avanzar.

    Además, la escritura nos permite compartir, hasta con gentes de otras lenguas, de otras dimensiones, lejanas o cercanas, y ser todos parte de un proceso global de innovación social.

    El nacimiento de la escritura está vinculada, como he dicho más arriba, a zonas dónde se iba desarrollando la agricultura intensiva, aquella que es variada, que se relaciona con la lluvia o el riego (agua y tierra, vinculadas), y que nos hace felices por su variedad y diversidad de productos.

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