Leamos, una buena práctica

“Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro” decía Groucho, y tenía mucha razón. Aunque lo cierto es que la televisión te induce, según la enciendes, a no moverte, a tirarte en el sillón y a veces, por no disponer del mando o por estar lejos, te acabas durmiendo, y al final, tienes que hacer un gran esfuerzo para leer.

Mi estrategia es leer antes, es decir, leer siempre ….. y alguna vez, ya cuando estás cansado, encender un poco la televisión para no tener que pensar …… y entonces me refugio en los “animalitos”, si puedo, y si no hay, cosa que es muy posible, entonces, intento una película, pero ver una película en la televisión es casi siempre una lucha contra los anuncios y la inoportunidad para el espectador de los mismos. Por tanto, la mayoría de las veces, sólo veo una parte, me canso y me voy a la cama, a encender el ipad y ponerme al día de lo que pasa por el mundo.

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5 comentarios en «Leamos, una buena práctica»

  1. Ya no me importa ni leer algo nuevo. Cada vez que releo algo … encuentro otras cosas, otras oportunidades, hasta otras alternativas.

    No planifico mis lecturas: las voy haciendo ……. según me place, según las veo, según lo siento.

  2. Ayer estaba releyendo algo de Fromm, otro día algo de Kets de Vries, otro algo de Ranciere, e igual en la novela ….. releo o leo indistintamente …. casi siempre prefiero volver a lo que ya he leído ….. pero ahora veo, miro de otra forma, con otras inquietudes, con otra vida, hasta con otros tiempos.

  3. Y cada vez más … me dejo sorprender por internet …. por la riqueza de formas, de experiencias, de estilos, de vidas ….. ya lo escribí en el prólogo a «Innovación y Gestión del Conocimiento», cosas que he buscado y casi no he encontrado durante décadas, ahora puedo encontrármelas y hasta interrelacionadas en ese mundo virtual. Todo aquello que nos enrollaba cuando íbamos a mirar algo a una enciclopedia o un diccionario, y que nos acaba llevando de página en página ….. y acabábamos emocionados de la riqueza del conocimiento, ahora lo encontramos interrelacionado, como si fuera vivo, como si estuviera modificándose en cada momento …..

  4. Leer es el principio de pensar …. pero leer tiene que surgir de una energía interior que «te lleve» a lo que luego leerás y disfrutarás.

    Mi padre me enseñó a leer y a disfrutar de la lectura, me enseñó con su ejemplo, con su pasión por la lectura, también por el cine o por el teatro, su pasión por todo lo que fuera arte, conocimiento o expresión. Hace años que dejé en un segundo plano el teatro, que aunque gran manifestación artística, ha ido perdiendo complejidad, debido en parte a la dificultad de dar toda la complejidad a la acción en el escenario, y habiéndose simplificado el lenguaje y las formas. El cine ha acabado siendo lo que ya en principio era, un arte menor, con excepciones. Sin embargo, la lectura, en sus diversas formas y lenguajes, sigue constituyendo una forma de expresión cercana y a la vez profunda. Prefiero leer a ver, como Groucho Marx.

  5. Y más que leer, escribir ….. ya lo he explicado muchas veces, escribir nos libera de problemas, sublima nuestras expectativas, nos nutre de experiencias y de la propia experiencia de escribir. Por algo los chinos, los artistas chinos tienen sus raíces, sobre todo, en la escritura. Escribir es sublime. No importa lo que escribas, pero mejor desde tu libertad, desde tu ser, desde tu espontaneidad y libertad.

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