«Pocas veces, en el sistema educativo universitario en el que se desarrolla el Plan Bolonia, GOZAREMOS DE LIBERTAD a la hora de escoger un asunto sobre el que investigar. La mayoría de las ocasiones nos ceñiremos a temarias cerrados (y en gran medida, recargados) que dejan poco espacio (y tiempo) para la autonomía, la espontaneidad o la creatividad (o el aprendizaje)»
Dos meses después de comenzar el cuatrimestre y ante la pregunta general de qué habéis aprendido en este tiempo, un/una alumno/a comienza así su reflexión.
Y añade (seleccionando párrafos): «Todos y cada uno de nosotros puede recordar, sin gran esfuerzo, materias cursadas que nunca jamás volveremos ni siquiera a nombrar, salvo en estos casos» …… «primar el mercado por encima de los criterios humanísticos en la ciencia, educación y cultura» …. «Lo útil adquiere este apelativo únicamente cuando es susceptible de convertirse en algo rentable» ………
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Es sólo un ejemplo. Estoy disfrutando releyendo lo que mis alumnos han escrito a lo largo del primer cuatrimestre de 2013-14 en sus blogs respectivos. Estoy trabajando con ello, con sus aprendizajes, con sus observaciones, con sus aportaciones, con sus reflexiones y resúmenes. Estoy disfrutando y quería compartirlo con todos vosotros.
Ya había disfrutado de esas opiniones cuando se produjeron, cuando las leí en sus blogs, cuando pensé en reproducirlas y lo hice en el blog de blogs, cuando a veces se las leí a mi pareja para que disfrutáramos juntos de la inteligencia «desperdiciada» (en parte u oculta) de estos jóvenes …. ahora las estoy releyendo por tercera vez, y como siempre que se relee algo, siempre vale mucho más la pena que leer algo nuevo.
Podría poner muchos ejemplos, casi tantos como las 240 páginas que he seleccionado para trabajar sobre ellas. Es tan satisfactorio y placentero releerlas que a veces cuesta trabajo pensar, y me quedo en el nivel de sentir, porque la mayoría te hacen sentir al menos dos cosas:
– por una parte, admiración por la inteligencia que no dejamos desarrollar los profesores y el sistema educativo, y que es una pena, porque realmente nos aportan muchas cosas, ideas y formas novedosas; y
– por otra, haber perdido el momento para hablar sobre todo ello, con los protagonistas y con todos los que estaban en el aula o fuera de ella. Encontramos más enseñanzas en esas 240 páginas que las que conseguiríamos en muchas vidas que experimentáramos.
La mayoría de los profesores piensan que los alumnos son poco agradecidos. Sólo excepcionalmente tal afirmación es cierta. Veamos ejemplos:
«Desde luego, los primeros que deberíamos agradecer algo somos aquellos que tenemos la oportunidad de participar en este proyecto. Sin duda, es una experiencia educativa diferente y recomendable cien por cien» (escrito al mes y medio de empezar el cuatrimestre)
«Si se me permite, como consejo al resto de mis compañeros y compañeras, les diré que aprovechen esta ocasión. El sistema educativo español no es, en ningún caso, laxo. Su adaptabilidad a las características de cada alumno son mínimas ……» (dice otro joven a los dos meses de aula).