En grupo con gente excelente

Mi gran amigo Rafael Vicente me ha llevado a su tierra, al Miño, y concretamente al municipio de Tomiño, por segunda vez, y esta última para intentar convencer a los líderes locales de la importancia de poner en marcha un programa de innovación social en su Concello.

Tengo que decir en primer lugar que todo fluyó como si nos conociéramos todos los actores desde hace muchos años. Rafael conocía mis intenciones favorables a la puesta en marcha de acciones mediante un ciclo en red que actuasen sobre los puntos claves del desarrollo y autodesarrollo social en el municipio y la comarca. Básicamente, sobre el cuerpo social, mediante redes complejas que permitiesen «recuperar» la identidad de la zona y de sus habitantes; mediante redes de innovación educativa que incidiesen sobre profesores, estudiantes y padres de los grupos educativos del concello, con el fín de introducir proyectos innovadores, sobre todo en el plano participativo y de las formas; y diversas alternativas para generar redes interempresariales para la innovación, a partir sobre todo del sector más significado en la comarca: las plantas, a los que se podían añadir determinados toques del mundo del vino y del turismo.

Ese proyecto inicial, contenido en una hoja pergeñada a lo lejos se ha convertido en un proyecto complejo y lleno de cualidades que vamos a poner en marcha a partir de finales de marzo. Casi lo primero que hay que decir es que da gusto hablar con personas implicadas, serias, profesionales y que saben lo que hacen, los problemas que tienen y lo que les gustaría hacer o llegar o hasta en que camino quieren ir. Tanto Rafael, como la alcaldesa Sandra, que nos puso al día de lo que estaban haciendo e inmediatamente supo decidir sobre la puesta en marcha de un proyecto incidente en el mundo educativo y hacerse cargo de la organización de las reuniones y la convocatoria de los participantes, hasta el empresario José Cosmed que sorprende por su equilibrio y sentido común, continuamente mostrado, y por tanto, por su practicidad, que también acabó responsabilizándose de la puesta en marcha de un programa de redes interempresariales, nos ayudaron muchísimo a la hora de tomar todas las decisiones previas que son precisas para concretar ideas en proyectos. En este momento, tengo que formular los proyectos para ambos campos (educativo y empresarial), en el ánimo de mejorar y generar espacios y proyectos innovadores en ambas vertientes de la colectividad.

También hablamos de las posibilidades de la participación ciudadana, pero dado que la alcaldía tiene ya varias acciones que inciden en esa vertiente y algunos proyectos que pueden contribuir a ello, lo hemos dejado para más adelante, tal vez para el próximo año, dónde con los proyectos que se están poniendo en marcha, será tal vez más productivo acompañarlos de redes de innovación social.

Quiero destacar sobre todo lo que llamaríamos «el talante» de aquellos con quienes tuvimos la suerte de compartir nuestros proyectos e ideas. Una forma de ser abierta, claro, sabiendo lo que se juegan, sabiendo lo que es necesario, preguntando las dudas, y razonando los temas y los proyectos hasta que fuimos puliéndolos y llegamos a un acuerdo de principio. Gente profesional, gente con saberes, con valores, con dedicación, con horizontes, ….. sólo eso ya hubiera valido un viaje de 1.400 kilómetros. Conocerlos, poder compartir esos momentos, esos tiempos, es en sí mismo una gran cosa. Estas cosas son las que compensan en mi vida, todos aquellos esfuerzos donde intento ayudar para caminar hacia espacios de innovación. Y sin duda, la labor desinteresada de ese gran hombre que es Rafael, con esa humildad y esa capacidad de aprendizaje y de escucha, todo lo que diga es poco, y sin duda, como los encuentros habidos en estos días, no hay dinero para pagar una relación así y esos momentos.

Estoy contento, porque pienso que se puede hacer una gran labor, y estoy seguro de que los métodos de innovación social que he desarrollado, aplicados en un espacio tan interesante, sólo pueden salir de bien a muy bien, y contribuir a que una zona -como otras muchas- con dificultades coyunturales importantes, pueda remontar y dar un paso más en el logro de dar empleo y satisfacción y alegría a sus habitantes.

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