Hay que difundir la noticia: los profesores no estamos solos en nuestro camino, sino que estamos acompañados de muchísimos más colegas y amigos y estudiantes que nadie.
Tenemos que seguir intentando mejorar lo que hacemos, todos los días, todos los cursos. Aunque parezca que estamos solos, no lo estamos. Y nuestra forma de saberlo, es escribir sobre lo que hacemos, contar a los demás lo que intentamos, nuestros errores y nuestros aciertos.
Todos, muchos, estamos en lo mismo: nos gusta lo que hacemos, estamos enamorados de nuestra profesión, y queremos hacerlo bien, lo necesitamos, nos gusta hacerlo. Tenemos que saber que no estamos solos, que mucha gente con ideales parecidos y acciones similares está haciendo cosas, cosas muy interesantes, y nosotros tal vez también, pero no estamos solos.
Esta seguridad tiene que hacernos perder el miedo a cambiar nuestros propios métodos de enseñanza, mejorándolos día a día, aprendiendo de nuestros compañeros, aprendiendo de nuestros alumnos, aprendiendo de la sociedad en la que vivimos, de las comunidades con las que estamos en continua comunicación a través de nuestros estudiantes o de otras muchas personas.
Queremos seguir aprendiendo y tenemos que estar convencidos de que podemos hacer muchas cosas innovadoras, no sólo porque sabemos, sino porque otros también lo están intentado, y la sociedad lo necesita, necesita de nosotros, aunque a veces, políticos u otros entes de poder, no comprendan nuestra profesión ni tampoco nuestro buen hacer.