Aprendiendo de los finlandeses

He dedicado hora y media o tal vez dos, a ver con detenimiento un video que nos enseña realmente muchas cosas, y nos recuerda otras muchas que hemos querido olvidar o no se quieren recordar sobre la educación y sus aplicaciones.

He tomado algunas notas, y he refrendado muchos de nuestros planteamientos. Siempre se queda encantado cuando hay refrendos a la experiencia que hemos emprendido hace muchos años, y en la que hemos aprendido estas y otras cosas.

Veamos algunas de mis notas y reflexiones que ahora hago sobre la marcha:

1. Less is more: Menos es más. Empiezan la escuela más tarde, hacia los siete años; hay pocos o casi ningún deber para casa; hay menos tiempo de aula, son menos en las clases; menos evaluaciones o tendentes a pocos-ninguna; ……
Nuestro sistema educativo, por el contrario, tiende a ser agobiante, presionante, que parece que consigue más con más -lo cual es claramente una incongruencia-, pero no es así. Más autonomía y libertad y menos tiempo obligado, permite desarrollar pensamiento y reflexión, autonomía en las personas, y sobre todo, responsabilidad.

2. Las familias valoran la educación, no sólo porque sea buena, sino porque socialmente piensan que es el conocimiento y las personas los que hacen las cosas, y educarse es avanzar hacia esos horizontes. Su principal horizonte es desarrollar ciudadanos dignos, y su mejor recurso, la interacción.

3. Partir de entender a los estudiantes, y para entender, hay que escuchar, y escuchando, el aula se hace más tranquila, más interactiva, menos presionante.

4. Todo en general es pequeño, no sólo los alumnos en el aula; también los colegios, escuelas, institutos y universidades. Small is beatiful. Montarse las cosas desde lo pequeño, permite que estemos más cerca del punto de partida del aprendizaje: humildad, y podemos porque no tenemos. Como no pensamos que tenemos, buscamos.

5. Los estudiantes al ser preguntados valoran más lo que les gusta que lo que les permitirá ganar dinero. Hasta los emprendimientos pueden ser estupendos si se hacen con amor, para uno y para los otros. Es curioso, pero en el video se presenta una forma de emprendimiento que reune a grupos, teams, que buscan la confianza a partir de la cercanía y de compartir y trabajar en sus proyectos conjuntamente. Justo lo que hemos intentado nosotros en nuestra Facultad con el programa de innovación social. Por cierto, nuestros estudiantes en general piensan igual, quieren hacer algo que les guste, quieren amar lo que hacen, quieren hacerlo por convencimiento, quieren vivir intensamente y aprender. Es mas importante para ellos aprender que ganar ….. aunque la mayoría de los ejemplos que van encontrando a lo largo de las aulas sean más bien de aprender para ganar, que de aprender para amar o disfrutar.

6. Pocos manuales o pequeñitos -otra vez, el small is beatiful-. Los «manuales» se construyen por los profesores casi individualmente, y con ayuda de otros profesores, pero se construyen en parte en el aula o en el pre-aula. El profesor propone, pregunta, hace una propuesta, acerca el trabajo y la tarea, los alumnos disponen de tiempo para hacerla, responsablemente, a su modo, y se sienten cómodos y piensan que así aprenden más, por hacerlo más libremente.

7. Se utiliza continuamente el apoyo y la observación. Los profesores aprenden practicando con observadores que les facilitan sus comentarios. Los alumnos se atreven y son observados y comentados en sus acciones. La observación, y por tanto, la escucha, tiene un papel central.

8. Se facilitan las tareas, se democratizan los temas, se comparten en recursos tecnológicos internet, se deja libertad y se enseña en general a pensar.

9. Me gustó mucho que en vez de hablar de enseñanzas o formación profesional, hablasen de educación vocacional. Me parece más bonito y hasta más motivador.

10. Se le pregunta a un profesor si los alumnos son ahora mejores o peores que en otras épocas y responde: que la relación -no,los alumnos, no los profesores, sino la interacción de ambos-, que la relación profesor-alumno es mejor que antes porque ahora se colabora más, se hace más conjuntamente. Preciosa respuesta.

En España, cuando hemos planteado una pregunta similar a los profesores, casi siempre tienden a decir que ahora los alumnos vienen menos preparados … y todo eso …. nada de eso, los alumnos vienen probablemente mejor preparados que en nuestra época, y además, si el aula es un espacio más interactivo, el espacio de aprendizaje se hará mucho más positivo para todos, incluido el profesor, que puede disfrutar, en vez de estar frustrado y hasta cabreado.

11. El aula es un espacio de confianza, tanta que es posible, como hemos comprobado en nuestras experiencias, que hasta funcione mejor durante tramos de tiempo sin profesor que con él en el aula. Hay muchos momentos en que el profesor está mejor dándose una vuelta por ahí y dejando que los alumnos o los grupos puedan pensar y reflexionar o trabajar sobre sus responsabilidades.

12. La evaluación casi siempre es un problema emocional que actúa negativamente en el proceso de aprendizaje: cuanto menos, mejor. Hay que enfatizar en la confianza, más que en la evaluación. Las personas han de ser capaces de desarrollar confianza con el profesor, entre ellos y con la sociedad en general. Si se sienten continuamente evaluados, es difícil que adquieran esa confianza en el otro, porque en toda evaluación, por muy reglada que esté, hay un componente de subjetividad importante.

13. No dejar a nadie atrás, reducir a cero el fracaso escolar, que es más fracaso de la escuela, o de los profesores, que no de los alumnos. Todos han de pasar, porque todos son valiosos y no podemos frustrar a nuestros jóvenes casi antes de empezar a vivir. El espacio de aprendizaje ha de forjarse sobre la idea de que es para todos y para que cada uno aprenda y ame el aprendizaje, a sus profesores, y a la humanidad en general. Nadie tiene que quedar discriminado …. casi siempre por las mismas causas básicas. Wert tendría que pararse y mirar lo que vale la pena, y no las chorradas en que se concentra.

Tengo muchas más notas, pero ya está bien. Os dejo la referencia del video.

● http://www.youtube.com/watch?v=yRMWcsqnsmY&feature=youtu.be&a

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7 comentarios en «Aprendiendo de los finlandeses»

  1. 1. Menos es más: ese ha sido el objetivo del progreso, hacer más cosas con menos, aprovechar mejor lo que tenemos. Marx hablaba de plusvalía absoluta, la que se conseguía aumentando las horas de trabajo, en vez de 10, 11 o 12; y plusvalía relativa que se alcanzaba haciendo más cosas en el mismo tiempo, haciéndolo mejor, más racionalmente, más científicamente, más humanamente, añadiría yo. No utilizo a Marx más que para ver que el camino en nuestro país en general ha sido siempre el primero: más horas; también lo ha sido en el aprendizaje: más esfuerzo, más, más…… pero como realmente se aprende, hasta más humanamente, es cuando conseguimos más aprendizaje, con más satisfacción, con más equilibrio, con más creatividad y desarrollo, con más humanización, y en menos tiempo.

    Nuestros programas están sobrecargados. Siempre han estado sobrecargados. De cada plan de estudios a uno nuevo, siempre se sobrecargaba más y más el programa, se ampliaban las materias. Parece que la síntesis no es de aquí, sino de otras latitudes. Libros gordos, manuales, más y más horas, ….. de que poco sirve sumar … cuanto más vale la pena, integrar, multiplicar, interactuar.

  2. 2. Se ha monetizado tanto lo que hacemos, que la educación también se hace corresponder con su utiidad, con su beneficio. Y ese camino economicista, no es el camino. La sociedad ha de saber valorar el aprendizaje, y los jóvenes en general lo saben y muchos de ellos, yo diría que una gran mayoría, empiezan sus curricula con esa motivación. Los gastamos tanto, que al final piensan que se trata de aprobar, una y luego otra, y nada más, cuando lo que realmente les motivaba inicialmente era aprender ….. a las familias que les acompañan en el proceso les pasa igual … cada vez son más presionadas y presionan para que el chico o la chica saquen mejores notas, suban, y todo se convierte en una locura, de la que muchas veces el joven salta y no sigue en ese tren que seguro, seguro, va a descarrilar.

  3. 3. Es preciso escuchar a los protagonistas, orientarlos, pero no obligarlos, facilitarles alternativas, pero no conducirlos hacia lo que nosotros queremos. Escuchar es la competencia a desarrollar por los profesores, y provocar las respuestas, forjar respuestas provisionales, ayudar a entrelazarlas e ir construyendo conocimiento. No hay un sólo camino para aprender, ni hay una materia más importante que otra, ni hay algo que está por encima, porque ¿creemos? que lo está; facilitar, orientar, sintetizar, escuchar son competencias a desarrollar entre el profesorado.

  4. 4. Todo tiene más horizonte si se construye desde abajo, o casi desde abajo. Si no sabemos, podemos saber un poco, y luego algo más, y hasta llegar a gustarnos profundamente aprender. Si creemos saber …. nos dedicaremos a despotricar y criticar lo que no es lo que sabemos. Por eso, el gran Sócrates decía «sólo sé que no sé nada». Por eso, era grande, porque era pequeño. Las cosas grandes, la mayoría, no tienen remedio, son abundantes, viven un mundo que no existe, y por tanto, se autoprivilegian y autodestruyen, destruyendonos de paso a todos. Aún habiendo llegado a ser grande, hay que saber seguir siendo pequeños, desde la famosa posición depresiva de Melanie Klein. Acabo de ver la noticia: Harvard -que es grande- va ojeando por el mundo por personas que parecen pequeñas, y que sólo alguien que habla el mismo idioma, puede encontrar: Harvard ha encontrado una colaboradora donde sólo había una parada española.

  5. Reproduzco un comentario que inserté en Linkedin a unos comentarios que me hicieron sobre la reproducción del video sobre la educación en Finlandia:

    La verdad es que cualquiera se puede entusiasmar con disponer de una educación como la finlandesa expuesta en el video. Es claro que es un problema social y cultural, y que aquí hemos desvalorizado -historicamente- la enseñanza. A pesar de ello, la mayoría de nuestros alumnos quieren aprender, y quieren hacerlo de manera amorosa, es decir, aprender cosas, saber cosas, interesarse y descubrir otras dimensiones, son libros abiertos. Nuestro sistema de enseñanza, poco a poco, los va cerrando y reconvirtiendo en formatos automatizados que tienen que contestar las lecciones. Todo ese proceso de libertad social no se consigue de un día para otro. Y necesitaríamos disponer de un horizonte estratégico claro y que se aplicara, para poder obtener resultados en unos años. Si esto no ocurre es porque no se valora suficientemente el hecho de aprender, y se confunde con rentabilizar o darle inmediata utilidad economicista, entre otras cosas, porque tal vez no nos interese mucho apender, soportándonos como nos soportamos en tantos dogmas implícitos o explícitos y por tanto, en tantas limitaciones a priori. Pero es cierto, Santiago, convendría que fuéramos capaces de hacer algo y se hará, pero puntualmente. En el plano social, seguirá el autoritarismo, la cátedra y la verdad científica como dogma, predominando en el escenario del aula y fuera de ella. El ejemplo finés no es tan importante por los resultados que obtiene, que son buenos, mejores que el nuestro evidentemente, pero no tan exagerados en términos numéricos, sino en lo que consigue como proyecto social, como cambian las cosas cuando de hacen de otra forma, como son las personas, como desarrollan su sociabilidad, como están de satisfechas, como se sienten libres y pueden emprender cualquier camino. Eso, que no se ve en las estadísticas, es lo que hace que los modelos del norte de Europa y algunos otros más puntualmente, sean tan atractivos. Generan sociedad, democracia, igualdad de oportunidades, ágoras, respeto, intercambio, …. y en esa medida, facilitan espacios de aprendizaje abiertos, sociales y democráticos.

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