Hay muchas formas de responder. Cada forma está relacionada a la cultura dominante en cada país, en cada barrio, en cada familia, ….. También hay momentos, no siempre se da una respuesta similar: los tonos, los tiempos, los momentos, hacen distintas las respuestas. Me gustaba mucho la forma de responder de mi maestro José Luis Sampedro,, no sólo explicaba porque decía lo que decía y lo hacía con convencimiento, sino que solía añadir la apostilla de humildad, ¿no es cierto? o ¿no es verdad? o ¿verdad? buscando de alguna forma, entiendo, la contrastación positiva de lo dicho. Entiendo que es una forma de respuesta hacia la que intentamos con los años evolucionar, evitando la radicalidad de las posiciones, en gran medida provocadas por la radicalidad de las respuestas y las opciones de si o no.

En el aula, la forma de respuesta del profesor es importantísima para lograr un ambiente de colaboración y de aprendizaje. El profesor ha de saber resguardar el ambiente de la clase. Las respuestas contundentes lo hacen menos viable y más preocupante. Se distorsiona el ambiente. Es mejor convertir la respuesta en pregunta que enfrentarse a la pregunta con una respuesta sin salidas.

Las respuestas rotundas suelen ir acompañadas de una posición cerrada e ideológica, donde hay poca seguridad en el que las formula, y sustituye la desconfianza en lo que dice por la rotundidad de decirlo en tono no discutible. Estos formatos de respuestas dan lugar a fans, creyentes u opositores radicales y también posicionados sin posibilidad de comunicar con otros, más que con los que se mueven en los mismos parámetros, porque son parámetros sus ideas y no variables o razonamientos, parámetros. Cada cual ha calculado los suyos, y han quedado fijos durante mucho tiempo en sus mentes.

Si queremos facilitar espacios de aprendizaje, intentemos responder de tal forma que se facilite la intercomunicación y se respete la posición del otro o se integre con la propia o con la de otros que opinan de otra forma. Y para encontar consenso o lograr mediación la pregunta como respuesta suele ser un buen recurso.

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